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Con candados electrónicos las disqueras tratan de evitar el copiado industrial y doméstico d
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A+ A- En el mundo .- La industria de la música se encuentra al borde del balazo, viviendo la peor pesadilla de su historia contra los piratas, que siguen tan campantes operando al amparo de las banderas negras y el par de tibias y la calavera.
Es por eso que algunas empresas echaron mano de la tecnología y tratan de proteger sus productos con el sistema de "copia controlada".
Se trata de un software que viene siendo una especie de candado; una protección que permite escuchar el disco en la computadora, pero no copiarlo. Este es el más reciente implemento que las disqueras tienen para ir en serio contra la piratería.
Sin embargo, aunque se trata de una tecnología avanzada, tiene sus fallas. Es decir, si uno quiere copiar cualquier disco protegido con este programa, que ostenta la leyenda de copy controlled , lo puede hacer a un cassette y no hay problema.
También lo puede hacer de digital a análogo pero, y aquí está el verdadero problema: dependiendo del quemador. Se puede incluso copiar digitalmente a otro compacto.
Y conste que se está hablando, no de tecnología súpersofisticada (como muchos podrían pensar), sino de quemadores comunes y corrientes, tal vez un poco más actuales que los que salieron digamos hace unos seis meses en computadoras de marca.
Si hay un candado debe haber una llave para abrirlo. Sin embargo los usuarios que tienen la primera o la segunda generación de quemadores de compactos en sus computadoras no pueden copiarlos (y algunos ni siquiera escucharlos), porque ahí sí funciona la copia controlada.
En México esta tecnología la empezó a usar, hace aproximadamente un año, la compañía EMI Music, por lo que algunos discos de artistas nacionales como Myriam de La academia e internacionales como los grupos Jane s Addiction, Blur, Radiohead y Tribalistas están protegidos.
Gran ironía
Las disqueras que a juicio de muchos se están haciendo el harakiri (con políticas incorrectas que tratan de pasar como ofertas de compra), nada han podido ni pueden hacer contra el "pirateo" doméstico, ya que ellos mismos le han dado al usuario la tecnología para hacer sus propios compactos.
Sean transnacionales o empresas independientes las compañías dedicadas a la producción de discos, poco pueden hacer contra el quemador de CD de cualquier computadora (ya no se diga contra quemadores de uso industrial), y es que, irónicamente, son fabricados legalmente por empresas como Sony, dedicadas, como algunas otras, también el negocio del disco.
Lo crítico del asunto es que, mientras por un lado tratan de combatir a los piratas, por el otro les ofrecen tecnología y materia prima para que cualquiera arme en su casa su propios discos.
Esta situación lleva a otra calamidad: la persona que compra un disco de marca tiene el derecho de hacer, si así lo desea, una copia doméstica del disco o editar las canciones como quiera, aunque la Asociación Estadounidense de Discográficas opine lo contrario y demande, como lo está haciendo en la actualidad, a una gran cantidad de usuarios de Internet que descargan canciones gratis o por un mínimo pago.
Rompiendo candados
Hace años, cuando algunos copiaban películas de VHS a VHS, VideoVisa implantó un sistema de protección en sus cintas que impedía el copiado, desestabilizando la imagen.
Por unas cuantas semanas cantaron victoria contra los piratas domésticos. Sin embargo, éstos no tardaron en enterase de que en cualquier tienda de aparatos eléctricos de Estados Unidos vendían por la módica suma de 150 pesos unos estabilizadores de imagen, de manufactura china, con una leyenda que decía, más o menos: "El aparato que usted está comprando es ilegal y sólo debe de ser usado para uso doméstico".
Una vez instalado entre video y video, se solucionó la estabilidad de la imagen, monitoreando la tele y a copiar domésticamente, se ha dicho.
23/09/03
Nota 13479