Hasta allá caminó Guillermo Mejía Peralta, ensuciando sus botas negras, el pantalón del mismo color y con la camisa azul de manga larga mojada a causa de la lluvia; entre el lodo, a unos pasos de la carretera, a unos metros del lugar del siniestro; allí obtuvo el reclamo de una mujer que sufre, que llora, que exige y que nadie escucha.
"Nosotros éramos pobres, pero éramos una familia completa, ... |
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Junto a ellos, el hermanito menor de Esmeralda, Francisco Javier, un inquieto niño de año y medio de edad, que con los ojos bien abiertos busca una respuesta al dolor que siente, es el dolor de las quemaduras que en su rostro de aprecian, perdió la totalidad de la cabellera, la redondez de su cabecita es matizada por un color café oscuro y manchas de tenue rosado, tampoco tiene orejas, los labios están ... |
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