Agua nieve cubre 8 comunidades de las faldas del Pico de Orizaba.

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La Perla Ver.- Cerca de mil campesinos de ocho comunidades de las faldas del volcán resultaron afectados por las nevadas que se abatieron en la zona centro de la entidad veracruzana. Acostumbrados a vivir en la pobreza y marginación afirman que es designio de Dios y aceptan con humildad el intenso frío acompañado de agua nieve que cubrió viviendas y cultivos de papa, follaje y hortalizas.

El secretario del ayuntamiento Misael Constantino dijo que las comunidades más afectadas y donde se podría implementar el operativo de emergencia DN3 es en la Mata, San Miguel Chinela y Pilancón, Agua Escondida, Rancho Viejo, el Minero, Xometla y Potrero Nuevo, ahí los campesinos van al día, y las viviendas son de madera con techo de lámina de cartón, por lo que se encuentra desprotegidos contra el meteoro que cayó en la zona serrana.

Los niños y ancianos son quienes podrían sufrir enfermedades respiratorias, porque el termómetro marcó en algunas congregaciones 10 grados bajo cero, llegando a congelarse el agua en recipientes donde la almacenan para preparar alimentos.

EN MARIANO ESCOBEDO SE ADELANTAN NEVADAS
El alcalde Damián Duran Reyes dijo que las nevadas se adelantaron, aunque la gente está acostumbrada a vivir en medio del intenso frío allá, cerca de las faldas del volcán Pico de Orizaba.

Destacó que en las rancherías de Pilancón, Frijolillo, y Xuchil entre otras, los cerros se pintaron de blanco, pero el problema que enfrentan es la falta de recursos económicos y materiales para poder llevar, aunque sea unos sarapes o despensas a las familias que sufren los embates de las nevadas.

En la Perla y Mariano los funcionarios municipales coincidieron en que por fortuna sólo son las intensas nevadas las que empezaron a caer en las comunidades cercanas al volcán, el único problema que padecen los campesinos, y hasta el momento el frío no ha cobrado ninguna víctima.

EL PILANCON PUEBLO FANTASMA
La Perla Ver.- La comunidad de San Miguel Pilancón se ha convertido en un pueblo fantasma al emigrar más del cincuenta por ciento de los hombres a los Estados Unidos, porque el campo dejó de ser productivo.

LA HISTORIA DE IGNACIO
- Párate José Ignacio ya está clariando.
La voz ronca de la madre resonó en la oscuridad del cuartucho, entre las paredes de madera y piso de tierra.

El muchacho malhumorado, apenas respondió:

-Tate, espera un ratito más, es rete temprano.

Se acomodó en el petate cubriendo la cara con el viejo sarape y sin prestar atención le dio la espalda a su madre.

La mujer se acerco al anafre, colocó un trozo de ocote entre los carbones casi grises de la noche anterior, encendió un cerillo y empezó a mover un cacho de cartón que usó como abanico hasta obtener una flama que fue creciendo, con el aire que recibía.

Colocó una jarra vieja, en un tiempo cubierto de peltre con poca agua en su interior, y salió de la casita para traer más agua del pozo.

El padre dormía a pierna suelta sobre el petate que estaba al lado contrario del cuartucho, despidiendo un nauseabundo olor a aguardiente que inundaba el ambiente

Los gallos ya habían entonado su canto matutino y los famélicos perros con la presencia de la vieja se desperezaron, ladrando para hacer notar que estaban todavía vivos. Las estrellas aún permanecían adornando el firmamento y el cerro de "La Estrella" dormía, pero las montañas de alrededor se pintaban de blanco por la intensa nevada de la madrugada.

En segundos, el perfil de la serranía se tiño de rojo, como si una hemorragia celeste se hubiera presentado. Los tonos subieron hasta rojo encendido y se pudo observar como la nieve había cubierto la siembra de papa, y hortalizas que seguramente se quemarían. La niebla que gusta esconderse en las tinieblas hizo su tímida aparición. Como si la tierra húmeda estuviera pariendo, entre gasas de algodón.

Nacho tendido en el suelo, pensaba cómo de unos meses a la fecha su existencia era estúpida y pesada. Levantarse al despuntar el alba, beber de un pocillo café amargo y medio caliente, endulzado con piloncillo húmedo y a veces acedo, tortillas recalentadas, de una mezcla de maíz y olote, porque los tiempos no daban para más que frijoles aguados y el si el estómago lo resistía, unos cuantos chiles untados con sal de grano.

El tiempo pasa y las hojas del calendario empezaron a caer una tras otra, sin notarlo cuando realizamos algo que nos desagrada. Había concluido la primaria y como la secundaria estaba como a tres horas de distancia caminando en medio del cerro, no fue posible continuar los estudios.

Luego de limpiar el terreno, retirar la maleza y sembrar maíz o follaje si el tiempo lo permite, tiene que emprender la caminata de varias horas hasta el jacal donde la madre ni siquiera lo saluda, por atender a su padre borracho. Cada año es cada vez más difícil lograr una cosecha por las angustias contradictorias de lluvia, nieve o alguna plaga nociva que destruye todo a su paso, sin importar que hayan invertido tiempo y dinero. Como si todos los elementos estuvieran en contra de la cosecha, para que al final del ciclo la mayor parte sea entregada en condiciones desventajosas, a precios reducidísimos, por los anticipos recibidos por el coyote. Si hubo buena cosecha, casi nunca lo es, se conserva algo para subsistir y unos granos escogidos para la resiembra.

No, definitivamente no, es un milagro el que le permite sobrevivir en condiciones precarias, que reduce al mínimo la calidad de vida y la acorta a su mínima extensión. Después de los treinta años, la gente del pueblo parece igual, como si se pasmaran, luce igual un hombre de treinta que de sesenta, si es que llega.

El domingo hay que escuchar misa en la capilla que quiere ser iglesia, es abierta entre semana para orearla y que las viejas de la comunidad vayan a exigir a Dios que les resuelva sus incontables problemas. Tal vez sólo quieren un poco de resignación, porque la vida está de la chingada, y más cuando en invierno hace un frío que cala hasta los huesos.

Es tan amorfo el pueblo que ni siguiera tiene apellido, hay San Miguel Xometla de arriba y de abajo. Este pinche rancho es conocido como Chilapa. La cabecera municipal es primero, como no hay presupuesto cuando se requiere un policía debe buscársele por varias horas y nunca llega a tiempo.
-Nacho ya está el café.

-Levántate ya es tarde. Lueguito te vas para la parcela, allá te alcanza tu padre, ta jodido de la briaga de ayer.

Así Nachito de Chilapa creció un poquito y ya agarró la borrachera igual que su padre, ya no pudo alcanzar el sueño de irse a los Estados Unidos a ganar hartos dólares. Tan pronto como pudo se casó con una vecina, ya tiene casi diez hijos, la mujer está embarazada, mientras destapa una botella de aguardiente para olvidarse de los problemas. Ayer lo enterraron y nadie se acuerda de Nachito.

17/12/04 Nota 30862 

	En comunidades de la Perla es grave la migración de campesinos.
	15 mil campesinos de maltrata en riesgo de perder toda su producción.
	Los compromisos de campaña se cumplieron al 100 por ciento.
	En el municipio de La Perla hay 250 familias en peligro.
	Tramita SEDESOL 5 mil cedulas CURP en La Perla.
	Incertidumbre de campesinos tras el derrumbe del cerro "el apóstol"
	Por las intensas lluvias, 2 mil familias de las faldas del volcán en riesgo ante derrumbes.
	Ya es tiempo de incluir a campesinos en las posiciones edilicias.
	La OINSZ, solicitan a los constructores que obtengan obra en los ayuntamientos, contraten a campesinos de las comunidades.
	En comunidades de la Perla ponen en marcha 3 proyectos productivos.