Es domingo, 14 de febrero, siete de la mañana, sopla el viento frío, invernal, se levanta como de costumbre, tiene que trabajar, este día viaja a Xalapa, compromisos son compromisos, dice a su esposa Adriana quien le sugiere quedarse en casa, en familia, al fin y al cabo hay que celebrar, recién cumplidos sus 48 abriles.
Víctor Castelán Crivelli se ducha, se alista, toma un jugo, ya no hay tiempo ... |