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“NO ES CASTIGO DE DIOS, ES LA FUERZA DE LA NATURALEZA”
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A+ A- Ciudad Mendoza, Ver.- Con dolor y angustia en el rostro, de las veinte mil familias damnificadas en ésta población y Nogales, de acuerdo al último reporte, dio inicio la reconstrucción de población y parte de la vecina Nogales, en medio de la desolación, el párroco de la iglesia Alejandro Melchor dijo: "No es castigo de Dios, es la fuerza de la naturaleza, aunado a la deforestación del bosque en las faldas del volcán, contenedor natural que ya no existe por la tala inmoderada".
Reconoció el sacerdote, antes de oficiar la misa del medio día en la parroquia Santa Rosita, que la irracionalidad de la explotación de las áreas verdes en la montaña, provocada por los campesinos generó en parte la contingencia en la región de Ciudad Mendoza.
"No es que Dios nos castigue, somos nosotros mismos los que nos castigamos, porque edificamos las viviendas en las márgenes de los ríos y sitios donde se corre peligro", agregó el religioso.
Señaló que la solidaridad del pueblo que no resultó afectado por el fenómeno
es positiva, aunado a la ayuda que envió el Gobierno del Estado, y la colaboración del Ejército Mexicano, así también de elementos de Seguridad Pública.
Resaltó que están gratamente sorprendidos por la forma en que fluyen los recursos materiales como colchonetas, cobertores, y despensas para los damnificados."La comunidad cristiana respondió al llamado de los hermanos en desgracia", puntualizó el párroco.
08/06/03
Nota 10179