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• Reciben dos sillas de ruedas para dos jóvenes que sufren una discapacidad.
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A+ A- De la redacción.
Ixtaczoquitlán, Ver.- La familia Martínez de la colonia Arboledas, no sólo recibió la visita del alcalde
Francisco Amador Damián , sino además un par de sillas de ruedas, para alegría de dos jóvenes hermanos María Cristina y
Jorge Antonio Martínez de 23 y 25 años respectivamente, quienes desde su nacimiento padecen de una extraña enfermedad hereditaria, que les impide un crecimiento normal y el poder caminar, pero no las ganas de vivir y salir adelante.
Hasta la manzana 10, lote 15 de la citada colonia, el presidente municipal acompañado del
Síndico Carlos Alberto Vallejo Arróniz y otros funcionarios, se presentaron en la humilde vivienda que con sacrificios han logrado levantar, pese a las adversidades y donde sus muros lucen con oraciones al Todopoderoso.
Allí, la señora María del
Socorro Martínez Flores de 46 años de edad y madre de los jóvenes discapacitados, agradeció el respaldo de la primera autoridad municipal, quien además se comprometió a dar continuidad a la vivienda, reforzándola en el pie de casa, y con ello garantizar a sus moradores la seguridad que requieren.
Al respecto, el alcalde
Francisco Amador Damián , expresó "es increíble la utilidad que se les puede dar a las redes sociales, porque fue a través de ellas que contacté a esta familia, conocí más a fondo sus necesidades y de nuevo aquí estamos apoyándole y vamos a ver qué más se puede hacer por su vivienda y mejorar su calidad de vida".
Y es que, la historia de esta singular familia, se remonta a la bisabuela de los jóvenes quien naciera con el mismo problema, y quien a su vez lo heredó a la abuela, pasando por los nietos, aunque también la madre de éstos, confesó haber sufrido de fracturas en una de sus piernas que la ha dejado un tanto débil al caminar.
Por ello, se dijo gratamente bendecida de que el presidente municipal nuevamente volteara sus ojos para prestarle el apoyo, otorgándole las dos sillas de ruedas que desde hace meses les hacían mucha falta a sus hijos y quienes hasta esa mañana usaban unas sillas de ruedas prestadas.
"Le doy muchas gracias, porque de verdad que cada vez que le pedimos algo no nos deja solos, antes de las sillas nos apoyó con nuestra casita, y ahorita también aprovechamos para pedirle otro poquito, porque sí nos hace mucha falta", expuso.
Doña Socorro, se dice agradecida con Dios, porque asegura que ha sido a través de Él, que su mamá la señora
Antonia Flores Rodríguez , a sus 70 años y también con la discapacidad física, no se rinde, y por el contrario le ha inculcado a sus hijos y a ella, que la fortaleza está en la mente, y que la confianza sólo debe recaer en el Creador. Tan es así que, doña Antonia no se limita a pedir la limosna de la gente, al lado de su nieto Jorge, sino también dedica un tiempo para elaborar tamales y buñuelos, que con su venta, garantizan un ingreso a su hogar, y así tener un alimento para llevarse a la boca. Sin duda, un gran ejemplo de vida.
25/01/13
Nota 102954