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El sepelio se convirtió en un acto político en contra del régimen de Fidel Castro.
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A+ A- Nueva York .- Celia Cruz tiene un nuevo título nobiliario. Es, desde ayer, la reina de Nueva York En una ciudad acostumbrada a grandes desfiles y masivos funerales, nadie recuerda aquí una despedida fúnebre más multitudinaria, colorida y, paradójicamente, alegre como la que culminó este martes en un cementerio de Bronx.
Con una concurrida procesión de más de 30 cuadras, y con una emotiva misa en la Catedral de San Patricio, los neoyorquinos despidieron ayer a Celia Cruz, en un sepelio que se convirtió en un acto político en contra del régimen de Fidel Castro.
El féretro de La reina de la salsa , fue trasladado desde la funeraria en que se le veló hasta la catedral en una carroza rebosante de flores blancas, que era tirada por dos caballos de ese mismo color.
A lo largo de todo el trayecto de la carroza por la Quinta avenida, miles de admiradores aplaudieron y saludaron con banderas, música y gritos el paso de los restos de la Guarachera, en cuya misa que duró hora y media participaron artistas como Antonio Banderas, Melanie Griffith, además del alcalde neoyorquino Michael Bloomberg.
"Saliste de Cuba pero Cuba nunca salió de ti. Ayúdanos a liberarla, pidió Omer Pardillo, representante de la intérprete, quien le consideraba como al hijo que nunca tuvo.
La alusión de Pardillo al anticastrismo de Celia, quien juró no volver a la isla que abandonó en 1960 mientras ésta estuviera gobernada por Castro, arrancó los aplausos de las dos mil personas que se reunieron en la catedral, que no se llenó por culpa de los organizadores, que dejaron a miles de seguidores afuera, bajo la lluvia.
"No te vemos, pero te sentimos como buena azúcar, derretida en el café de tu pueblo. Te queremos como azúcar con sabor divino", dijo en el obispo auxiliar de Nueva York, Josú Iriondo, en una misa presidida por la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
El más emotivo y largo de los aplausos durante la homilía fue para Pedro Knight quien debido a su frágil estado de salud, abandonó la ceremonia 10 minutos antes.
Quien durante su vida artística grabara más de 70 discos no se podía ir sin música, así que Patti LaBelle interpretó el "Ave María", que remató con un sutil "azúcar", mientras que Víctor Manuel cerró la misa con la alegre "La vida es un carnaval".
Tanta fue la convocatoria de Celia que llegaron lo mismo el gobernador George Pataki que la senadora Hillary Clinton.
Justo cuando el ataúd de la cantante, cobijado con la bandera cubana, era sacado en hombros de San Patricio, el sol interrumpió la lluvia y miles de personas dieron el adiós definitivo a la "reina", quien fue trasladada al cementerio de Woodlawn, donde le dieron sepultura en una ceremonia privada.
Fans la despiden como en Carnaval
Siempre vivirás, siempre estarás. Lo sabes tú y nosotros, Dios y su hijo... ¡Sabor a ti, azúcar Celia Cruz!", se leía en una pancarta que llevaba Alfredo Pantoja, que esperó seis horas en una acera para despedir a su ídolo.
"Vine a rendir tributo a una gran reina... pospuse todo para estar aquí", dijo Jaqueline Phillpots, una haitiana residente en Queens que hacía fila frente a la funeraria para ver por última vez a la intérprete de temas como "Que le den candela" y "Esa negra tiene tumbao".
"¿Qué hay de mágico en Celia que nos convoca y nos hace vibrar como instrumentos de una orquesta?", se preguntó durante la homilía. "Su pasión y su única pasión fue la vida", se respondió.
"Para Celia la libertad era una expresión de la vida y por eso sirvió a la libertad.... Es querida por su libertad, su creatividad, su humildad", se dijo durante la misa, y se agregó: "Celia no te has ido, no te vemos pero te sentimos" En las afueras del templo, Yolanda Pérez, otra admiradora, dijo que "escribí un poema para Celia, porque es una mujer muy linda... se llama ´Hasta el cielo lloró´".
La artista llegó a Estados Unidos en 1960, poco después de la revolución cubana. Su carrera la había iniciado 10 años antes con la Sonora Matancera y durante su trayectoria grabó más de 70 discos y recibió, entre otros, una estrella en el paseo de la fama de Hollywood y la medalla de la Fundación Nacional de Apoyo a las Artes por el presidente Bill Clinton, en 1994.
23/07/03
Nota 11547