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Que me den por vivo para 2006: Alemán.
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A+ A- Veracruz, Ver.- Es evidente que mi visión de estos temas obedece a la perspectiva que emana de mi responsabilidad al frente del Gobierno del Estado de Veracruz.
Mi gobierno se ha distinguido por hacer recíproca la gran demostración de confianza del pueblo veracruzano expresado en las elecciones estatales de agosto pasado. El reto es ampliar esa confianza durante los próximos seis años.
Veracruz es un estado que, por su gran diversidad y fortaleza económica, se ve beneficiado cuando la economía del país crece y se fortalece, y es una entidad donde se manifiestan, en forma aguda, las crisis que de tiempo en tiempo enfrentamos como nación.
Tenemos que valorar, en primer lugar, todo lo que hemos avanzado, los grandes logros que le debemos a la Revolución Mexicana. En el año 2010 cumpliremos 100 años de iniciado este gran movimiento social del que los veracruzanos estamos muy orgullosos.
La Revolución cambió a México y le dio un nuevo valor a la idea de soberanía y a nuestro concepto de nación. Además, le dio a la sociedad participación en la definición del rumbo del país, y creo que estos factores son distintivos del carácter veracruzano.
Este motivo social sentó las bases para la continua transformación del país. Hemos avanzado en materia de educación, infraestructura, servicios básicos, salud, democracia, división de poderes, federalismo. Además, se elevó significativamente el nivel de vida de la población.
La economía nos permitió impulsar estos cambios pero es evidente la necesidad de reorientar y profundizar aspectos de las transformaciones recientes.
El país tendrá que enfrentar diversos dilemas que determinarán su destino en el milenio por venir. Entre las tres principales prioridades para el nuevo milenio, en mi opinión están:
Garantizar el mejoramiento constante de las condiciones de vida de la población, en los términos del Artículo Tercero de la Constitución, procurando atenuar las desigualdades más extremas.
En particular, la gran apuesta del nuevo milenio tendrá que ser la educación, porque sólo con un capital humano suficientemente capacitado y comprometido con el desarrollo podremos generar la prosperidad y los empleos que se requieren.
Tenemos que incorporar las nuevas tecnologías, el uso de las computadoras para garantizar que nuestros niños puedan construir un país todavía mejor que el extraordinario país que hemos hecho juntos hasta ahora, en donde podamos ir resolviendo insuficiencias, injusticias y rezagos.
La consolidación de la democracia y el desarrollo de una cultura política democrática en la sociedad que garantice el respeto a las libertades, que fomente el pluralismo, el respeto y la tolerancia.
Se trata de que le dé suficiente importancia a lo que significa ser ciudadano, no sólo en términos electorales sino de derechos y libertades pero también de responsabilidades. Sobre todo, porque las nuevas tecnologías están obligando a redefinir conceptos como identidad, democracia y soberanía.
En este sentido, fortalecer el federalismo contribuirá significativamente a resolver el reto de dejar de ser una sociedad estandarizada para incorporar y atender a los múltiples grupos e intereses de minorías legítimas.
En el próximo milenio tendremos que resolver el debate de cómo enfrentar la desigualdad y cómo generar oportunidades que la población demanda.
El crecimiento económico.
Necesitamos crecer rápido, sobre bases firmes, generando inversión, empleos y ahorro interno y procurando disminuir las desigualdades.
Como gobernador de Veracruz me parece fundamental mantener una política económica responsable que promueva la inversión y la generación de empleos y aliente el desarrollo tecnológico y la creación de oportunidades. Desde luego, la entidad debe seguir contribuyendo al esfuerzo nacional de crecer y desarrollarse.
Para ello, es necesario promover una cultura empresaria flexible, que permita a las familias y a las microempresas ser autosuficientes. Debemos impulsar la capacidad creativa, consciente de los retos de la globalización y que sepa aprovechar las condiciones favorables que hay, aun en los delicados escenarios internacionales que estamos viviendo.
Por ejemplo, hay una gran oportunidad para incrementar el comercio de bienes y servicios en la Cuenca del Golfo de México, aprovechando la riqueza y el poder de compra que tienen los estados de Texas, Florida, Alabama, Mississippi, Louisiana, Campeche, Quinta Roo, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y, desde luego, Veracruz. Estamos hablando de más de 30 millones de habitantes con poder de compra y ganas de progresar.
Ésta debe ser entendida como una estrategia que prepara a México para poder acceder, en forma competitiva, al gran escenario que ofrece la Cuenca del Atlántico Norte y Sur.
01/08/03
Nota 11799