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Jóvenes de pandillas piden una oportunidad a la sociedad para convivir en armonía.
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Juan Santos Carrera .
Orizaba, Ver. .-Las bandas de jóvenes han cambiado su ideología, al menos, así es en la zona centro. Ser integrante de una banda no significa que por consecuencia sean personas adictas a las drogas; al alcohol; al tabaco; ni mucho menos sean delincuentes dedicados a robar o hacer desmanes.
Consciente de la pesada carga que lleva a cuestas al ser el dirigente de una de las pandillas más grandes de la región de Orizaba con más de 3 mil 100 integrantes de los diversos municipios de la zona, Arturo Morales afirmó que los tiempos en que los jóvenes utilizaban las drogas y actividades delictivas para escapar de la realidad, prácticamente han quedado en el pasado.
Aunque no por ello significa que todas las pandillas se reúnen para divertirse sanamente; pues existen todavía personas que lucran con la desubicación de adolescentes para meterlos en cuestiones que están al margen de la Ley.
Con más de 23 años de haber sido fundado el grupo conocido como "La Banda de los Arturitos" con una historia de salvajes golpizas, drogas, alcohol, orgías y hasta robos en los primeros años de su vida; éste grupo ha intentado hacer de sus integrantes personas de beneficio para la sociedad.
En entrevista, Arturo Morales puntualizó que actualmente esas practicas que mancharon el nombre de los "Arturitos" y que ocasionó que en cualquier desmán se culpara a su banda, que les convirtió en el grupo más temido de la región aún entre las propias pandillas que en inferioridad numérica y de organización, no podían competir con ellos; han quedado atrás.
"Ahora para ser integrante de nuestra banda, tienen que ser personas con deseos de superación. Aquí nuestros compañeros o son gente que trabaja o estudian, porque es uno de los requisitos. No queremos delincuentes".
Para los "Arturitos" los menores de edad no pueden ingerir bebidas embriagantes ni estupefacientes, so pena de ser castigados y hasta expulsados del grupo. Pero en lo que enfatizó Arturo morales, es que lejos de andar por las calles en busca de riñas y problemas, optan por tratar de aportar algo a la población que en muchas colonias les aceptan tal como son.
Sin ser el clásico líder pandillero de enorme estatura, cadenas pegadas al cinto, cabello largo, vestimenta estrafalaria y cigarro en mano; Arturo Morales visita seguido los palacios municipales de la región en busca de apoyos para alguno de sus compañeros que necesitan una gestión.
Aparece con un pantalón de mezclilla deslavado que casi oculta el padecimiento en una de sus piernas; camisa a cuadros y un celular en la diestra; cabello extremadamente corto y su inconfundible tatuaje en la palma de la mano derecha con el nombre de la banda "Arturitos".
Admitió que muchos de los asaltos que ocurren en las calles de los municipios de la región de Orizaba son adjudicados inmediatamente a su pandilla, situación que afirma, es causado por la mala imagen que arrastran de años atrás; pero reiteró que en los últimos días ninguno de sus compañeros han caído a la cárcel por robo a personas o casas habitación, pues quienes incurren en ello, saben que se la pasan una vez, pero a la segunda o tercera, después de castigados son expulsados.
22/08/03
Nota 12447