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Scarlett Johansson sorprende con un look que fácilmente pudo haber llevado Britney en 2001.
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A+ A- (Agencias)
Hay cierto status implícito cuando una estrella de Hollywood decide llevar un look con pantalones a una alfombra roja. Hay una suerte de mensaje implícito que pareciera decir ´ya no necesito probar nada ni buscar la atención´. Y esto quedó clarísimo en la más reciente aparición de Scarlett Johansson en el estreno de la película Jo Jo Rabbit, pues acompañada de sus co protagonistas, la comediante australiana, Rebel Wilson y la joven actriz, Thomasin McKenzie, se pudo notar quiénes buscaron un look de impacto y quien decidió, simplemente, divertirse y arriesgarse con su atuendo.
Mientras Wilson y McKenzie escogieron sus mejores looks de gala, con vestidos que recurrían al color y a los volúmenes para resaltar, Johansson, la actriz mejor pagada de Hollywood, se decantó por un conjunto rosa chicle de Miu Miu con un crop top de cuello halter y pantalones de tiro alto y con el ruedo hasta los tobillos, ambos adornados con incrustaciones del mismo color. De más está decir que se trata de un look sumamente girly, que por el color nos remitió a la muñeca Barbie, por las incrustaciones a Elvis y por el corte a Britney Spears. Una combinación de referencias tan interesantes como eclécticas pero eso sí, muy pop.
El top de Johansson dejaba a la vista el tatuaje que cubre la mitad de su espalda y que, por supuesto, pasó a formar parte del look.
La actriz combinó su conjunto con unas sandalias de brillantes y un maquillaje por supuesto en tonos rosa, con especial acento en sus ojos.
Por lo visto, la rubia está en un momento en el que está disfrutando de los looks súper femeninos, como el que llevó hace apenas unos días en el estreno de Marriage Story, película de Netflix dirigida por Noah Baumbach y que protagoniza junto a Adam Driver.
El pelo lo llevó suelto, dejando a su lob brillar en todo su esplendor con unas ondas playeras perfectas que le dieron un toque casual a su imagen, lo que una vez más nos lleva al status del que goza Scarlett Johansson en la industria, pues queda claro que ya no necesita de colores vivos, escotes, tules o volantes para que las cámaras se detengan en ella. Por lo que hay más espacio para experimentar, probar y vestirse totalmente de rosado y triunfar en el intento.
17/10/19
Nota 131212