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David Beckham, delantero del Real Madrid, presentó su autobiografía llamada "Mi Lado".
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A+ A- David Beckham presentó en Madrid su libro autobiográfico, editado por Harper Collins, y donde cuenta su evolución personal y deportiva desde que llegó siendo un crío al Manchester United hasta que fichó este verano por el Real Madrid.
Fuertemente custodiado y en medio de grandes medidas de seguridad, Beckham estuvo protegido en el hotel Ritz en un acto que comenzó con una entrada del futbolista en el estrado digna de una estrella de Hollywood.
La imagen de Beckham en la sala estuvo asociada siempre a la selección inglesa en un vídeo y también a la del Real Madrid. La obra se presentó en España en inglés, aunque la empresa editora anunció que en los próximos meses habrá una traducción al español, así como otras en italiano, alemán, francés, chino y japonés. La empresa dice que en principio cuentan con unas previsiones de venta de la obra de 700.000 ejemplares, si bien sueñan con vender en todo el mundo hasta un millón de copias.
Beckham es pura imagen. La primera reflexión en su conferencia de prensa fue para el público japonés. "Es un placer que la gente quiera conocer detalles de mi vida en todo el mundo. Desde luego que en Japón me tienen un gran cariño y espero que en todos los países a los que llegará el libro se puedan divertir con el texto y con las fotos que acompañan a la obra".
A Beckham, la prensa inglesa volvió a preguntarle por su relación personal con el técnico del Manchester United, Alex Ferguson, un asunto morboso que ha hecho correr ríos de tinta en Gran Bretaña. "Si ustedes leen el libro podrán comprobar que de mi trato con Ferguson se pueden sacar más aspectos positivos que negativos. Se habla mucho de este asunto y se escriben a veces titulares en la prensa que no son del todo exactos".
En la introducción del libro Beckham narra su tumultuosa llegada a la ciudad el día que fue presentado como nuevo jugador del Real Madrid y comparó su trayecto desde el aeropuerto de Barajas hasta la clínica La Zarzuela, donde pasó el reconocimiento médico, como una escena de la película French Connection, con coches y motos de paparazzi derrapando en la autopista.
La dedicatoria del libro va dirigida a su mujer, Victoria y a sus hijos Brooklyn y Romeo, las tres personas que siempre le hacen sonreír.
12/09/03
Nota 13173