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Venían corriendo desde Tlatelolco y tocaron la puerta del teatro Blanquita, los escondí en m
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A+ A- México .- Carmen Salinas da testimonio de lo que vivió el 2 de octubre: "Venían corriendo desde Tlatelolco y tocaron la puerta del teatro Blanquita, en donde presentaba mi show de imitadora. Ensangrentados, asustados y con lágrimas en los ojos me suplicaron que les abriera: `¡Han matado a muchos compañeros y nos van a matar, ayúdenos!`.
"Eran 10 jóvenes estudiantes que corrieron despavoridos por el eje Central, mientras que en la Plaza de las Tres Culturas continuaban masacrando estudiantes.
"Los metí dentro del teatro, porque sabía lo que estaba sucediendo. Desde el teatro se escuchaba la balacera, por lo que accedí, y a dos de ellos los escondí en mi camerino, entre la ropa, y los demás en todo el teatro.
Minutos después llegaron dos soldados y tocaron con fuerza la puerta del teatro y cuando escuchamos, los chamacos se quedaron callados y les dije que no salieran por ninguna causa, que no iba a dejar que entraran.
"Entonces abrí a propósito, y les pregunté `¿qué desean, en qué les puedo ayudar?`, y respondieron que andaban persiguiendo a unos delincuentes... `¿qué no sabe lo que está pasando en Tlatelolco?`, me preguntaron, a lo que les contesté que no; me hice la que no sabía y se fueron, por lo que no volvieron a buscarlos... fue ésa quizá mi mejor actuación.
"Los muchachos comieron escondidos y mientras yo presentaba mis dos funciones permanecieron inmóviles ante el terror que les daba que los agarrara el Ejército.
"Terminando mi show, como a las 12 de la noche, a cuatro de ellos los vestí con ropa de mis bailarines y se fueron conmigo en mi carro, preparada a que si me paraban diría que eran mis bailarines. Ellos accedieron y los dejé lo más cerca de su casa. Los otros se fueron saliendo poco a poco y no les pasó nada.
"Tiempo después de la matanza, algunos jóvenes fueron a verme al teatro, ya que sabían que había ayudado a sus compañeros, y me pidieron que los ayudara a organizar algunos espectáculos en favor de los presos políticos, y acepté.
"Fue cuando conocí a mi segundo marido, Carlos Paulín quien estudiaba en el Poli y organizando los conciertos nos enamoramos. Invité a cantantes como Chayito de Alba y Napoleón, entre otros, y yo hacía imitaciones de Irma Serrano, Celia Cruz, Chavela Vargas, Lola Beltrán, y más de 100 voces diferentes; no cobrábamos, y juntamos dinero para sacar a cuatro jóvenes que estaban en el reclusorio.
"Anthelmo Acevedo fue de los presos políticos que, gracias a los espectáculos, pudimos sacar y ahora es un doctor que trabaja en Chiapas y cada que voy de gira por allá me regala un kilo de café como agradecimiento."
03/10/03
Nota 13793