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El dirigente suizo recibió un largo aplauso de los 204 delegados de las federaciones.
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A+ A- Después del tormentoso 2002, la armonía reina en el seno de la Federación Internacional de Futbol Asociado, que este domingo aprobó de manera unánime en su Congreso Extraordinario en Doha la reforma de los estatutos que permite al suizo Joseph Blatter ampliar su mandato un año, hasta 2007.
Con esta medida, la FIFA pretende evitar que el Mundial de 2006 en Alemania se vea ensombrecido por las contiendas políticas en pos de la elección como presidente del organismo, tal y como sucedió en 2002 durante el campeonato de Corea del Sur y Japón.
Entonces, Blatter, de 67 años, logró su reelección después de una batalla que duró meses, pero dejó dividida a la FIFA en dos facciones. Dieciséis meses después, las hachas de guerra parecen enterradas, como demuestra el largo aplauso que por primera vez en 99 años de historia del organismo dieron juntos los 204 delegados de las federaciones.
"Esto no es sólo un reconocimiento hacia mí, sino también una confirmación de que nuestro trabajo en la FIFA es respetado", juzgó Blatter, que incluso piensa en un tercer mandato al frente del organismo rector del fútbol mundial.
En su primera intervención, Blatter advirtió al G-14, el grupo que reúne a los clubes más poderosos de Europa, que sus pretensiones de cobrar por ceder a los jugadores a sus selecciones no serán atendidas.
"Lo que exige el G-14 no es posible. La FIFA no puede pagar dinero a ningún jugador o club, sólo rinde cuentas con las federaciones", aseguró el suizo.
Además, el dirigente hizo responsables a los clubes de que los jugadores se desgastaran y se lesionaran tan a menudo y exigió concretamente a las ligas alemana e inglesa que redujeran sus campeonatos a 16 equipos.
Al contrario que en reuniones anteriores, el Congreso de Doha fue un remanso de paz. Todos los puntos fueron consensuados o aprobados por aclamación. La armonía fue tal que el encuentro, en principio programado para dos jornadas, fue liquidado por completo este domingo.
El informe financiero de los últimos cuatro años se aprobó sin problemas, pues a pesar de las quiebras de sus antiguos socios en los campos del marketing y la televisión, ISL/ISMM y el Grupo Kirch, la FIFA presentó un superávit de 74.3 millones de euros (86 millones de dólares).
Los delegados apoyaron también de forma unánime las cifras para el periodo de 2003 a 2006, en el que se han de ingresar más de 1.5 millones de dólares y en el que se espera un beneficio de más de 110 millones (127 millones de dólares).
"La casa de la FIFA fue construida con confianza como cimientos, con solidaridad y democracia como paredes, con unidad como recubrimiento y con universalidad como techo", dijo un autocomplacido Blatter, para quien tras las turbulencias de los últimos años, el organismo es "más fuerte que nunca".
Los nuevos estatutos entrarán en vigor a partir del año que viene, a tiempo para celebrar con fortaleza el centenario de la organización.
La reformada normativa abrirá nuevas posibilidades a los jugadores con doble nacionalidad. Hasta ahora, los futbolistas podían jugar únicamente para la selección a cuya llamada acudieran por primera vez en cualquiera de sus categorías.
En el futuro, el jugador tendrá permitido cambiar de selección antes de finalizar sus 21 años de vida siempre y cuando no haya jugado ya en alguna de las selecciones mayores de sus dos países de origen.
19/10/03
Nota 14388