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| Aplican torturas como castigos.
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Juan Santos Carrera .
Orizaba, Ver. .-Tutores de algunas menores de edad internadas en la casa hogar "San Nicolás" denuncian el trato inhumano y la tortura a la cual son sometidas las pequeñas, dejando al descubierto la crueldad de las religiosas.
Pidiendo el anonimato para proteger la integridad de las niñas, algunas personas acudieron a los medios de comunicación para denunciar públicamente las atrocidades que las monjas de la orden católica de Las misioneras de
San Juan Bautista cometen en contra de pequeñas que viven a su resguardo por la falta de sus padres y familia.
La Casa hogar San Nicolás se localiza en la calle norte 2 número 2085 de la colonia Abelardo L. Rodríguez entre los límites de Orizaba e Ixhuatlancillo y es atendida por 10 monjas de la orden de las Misioneras de
San Juan Bautista quienes tienen bajo su resguardo la integridad de 60 niñas menores de edad que van de los 4 a los 18 años.
"No es justo que unas personas desalmadas que se dicen religiosas ataquen de una manera tan brutal a niñas indefensas que su mayor pecado es haber caído en sus manos; porque más que monjas dedicas a servir a Dios, parecen mujeres peleadas con la vida y que descargan sus frustraciones y rencores en contra de seres inocentes".
Así se refirió la tutora de una de las menores que se encuentra internada en la
Casa Hogar San Nicolás , quien pidió el anonimato para poder denunciar de manera abierta lo que señaló, una conducta irregular y reprobable a los ojos de cualquier ser humano.
La niña de nombre "X" de tan solo nueve años de edad es tratada como animal y no como persona; padece un problema psicológico por el cual por las noches moja la cama. La directora del centro de atención a niños pobres de nombre Eulalia Razola sabía de ésta situación y aún así aceptó a la menor, pero al transcurso de los días comenzó a tratarla de manera inhumana.
"La pone a lavar los trastos de todo el día, de sesenta niñas, a ella solita, no la alimentan bien, la castigan pro cualquier cosa y me la tortura sin razón aparente".
"La niña se portó mal y le apliqué un castiguito" asentó la religiosa a la tutora de la menor en un domingo de visita, no quiso ahondar más en el asunto; pero al ver a la niña, las lágrimas brotaron de sus ojos al verla con la manita quemada, donde las lesiones dejaban ver la segunda capa de la piel.
El motivo de éste cruel "castiguito" fue que supuestamente un grupo de cinco niñas jugaban con fuego cerca de las instalaciones de gas estacionario, por ello, las monjas pusieron a calentar en la estufa ollas de peltre y les quemaron las manitas a las niñas, peor que si fueran delincuentes.
Entre las actividades que las niñas tienen que desempeñar para ganarse el alimento diario, se encuentran hacer la limpieza del enorme edificio, lavar trastos y ropa, asear los baños, limpiar la cocina, acompañar a las monjas a los mercados de la región para cargar las canastas con los productos que la gente les regala para su manutención y como el dinero siempre es indispensable, tienen que salir a las calles a vender algunos productos o a pedir dinero.
De ésta conducta tiene conocimiento el Obispo de la Diócesis de
Orizaba Hipólito Reyes Larios , incluso, cuando se presentó por primera vez ésta anomalía en el mes de marzo, la religiosa Eulalia Razola fue separada de la dirección de la
Casa Hogar San Nicolás , pero desde el mes de octubre la monja torturadora regresó al mismo cargo haciéndolo con más rencor que antes.
Y es que
Hipólito Reyes Larios , hermano de
Luis Reyes Larios , rector de la cadena de escuelas Universidad del Golfo de México, donde se especula está invertido parte del patrimonio del dirigente nacional de Convergencia y aspirante a gobernador del estado
Dante Alfonso Delgado Rannauro , dedica más tiempo a asistir a actividades del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el cual su consanguíneo buscará la presidencia municipal de Ciudad Mendoza, que a tender la Diócesis de Orizaba.
SOMOS INOCENTES.
Entrevistada en el portón de gruesos barrotes de color negro de la
Casa Hogar San Nicolás , la madre Alejandrina como se dijo llamar una religiosa vestida con un hábito de color negro y una enorme cruz de acero colgando en el pecho, afirmó que todo lo anterior es producto de una serie de calumnias que pretenden desestabilizar a la dirección.
Consideró injusto que se les culpe de atrocidades que aseveró, no cometen en contra de las niñas a quienes dedican su vida; pero jamás permitió el acceso al reportero al interior de la Casa hogar, argumentando no contar con las llaves del portón pues las carga Eulalia Razola. En el fondo del edificio algunas niñas que de manera inocente jugaban con una escoba simulando barrera.
Lo cierto es que ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y ante la arquidiócesis de Xalapa, será denunciada la religiosa Eulalia Razola por cometer violencia en contra de las niñas a su cargo.
04/11/03
Nota 14930
