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José Luis Rodríguez, acompañado por Di Blasio, le cantó a las cenizas de una fan.
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A+ A- México .- "Es lo más grande que me ha sucedido en mi carrera artística", dijo
José Luis Rodríguez cuando descubrió entre el público que se encontraba en el Teatro Metropólitan a una familia con una urna con las cenizas de su madre quien era su admiradora.
Se trataba de la Familia Vargas, quienes le cumplían el deseo a la fundadora de la familia, quien escuchaba los temas del venezolano desde que éste empezó su carrera y que poco antes de morir les dijo a sus hijas que le hubiera gustado asistir a un concierto de su ídolo.
Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta El Puma le dedicó "Señora bonita", "María" y "Se busca", con lo que se creó un ambiente nostálgico en el recinto del centro de la ciudad de México. Pidió tocar la urna y recibir las buenas vibras de una fan que representaba el cariño que le tiene el público de México.
El Puma se entregó junto con Raúl Di Blasio en una noche festiva, donde ambos complacieron a sus admiradores, que aunque no llenaron todas las localidades, sí disfrutaron de la voz, energía y estilo del venezolano, así como del virtuosismo y la magia del pianista al presentarse juntos en el DF, luego de realizar una gira que empezaron desde hace un mes, por varios lugares de la República.
El romance y la nostalgia fueron el común denominador de este concierto "De ayer, de hoy y de siempre", donde todos los presentes no pararon de aplaudir y de corear los temas, incluso se levantaron de sus asientos para bailar, al compás de las tonadas rítmicas.
La velada arrancó con los temas "Valió la pena" y "Oliendo a ti" en la voz de El Puma y acompañado por Di Blasio en el piano.
"Gracias, México, es un privilegio estar aquí donde empecé mi vida cantando", dijo José Luis, para que Raúl completara la idea al decir que "artista que no pisa México, no consolida su carrera".
Como un hecho inusual, ambos intérpretes mencionaron la "piratería" e invitaron al público a no fomentarla, ya que "aunque suene igual no es lo mismo, está afectando y acabando a los creadores".
Después Di Blasio demostró por qué es un virtuoso del piano al tocar "Tiempo de primavera", "La malagueña" y "Corazón de niño", que le compuso a su hijo al momento de nacer. Al volver al escenario nuevamente el venezolano interpretó "Procuro olvidarte", "Lo dudo", "Voy a perder la cabeza por tu amor", "Por si volvieras", tema en el que incluso olvidó un poco la letra, pero que no fue obstáculo para que su público le festejara todo lo que hacía y decía.
Muchas fanáticas burlaban la seguridad y se acercaban al escenario para abrazar y besar a su ídolo, que en todo momento mostró su energía vestido todo de negro y que se dejaba querer porque sabe que el cariño y la admiración es el alimento de los artistas. Incluso al enterarse que una de ellas festejaba su cumpleaños, hizo que al artista se hincara para apapacharla, en lo que seguramente será un onomástico que jamás olvidará. No podían faltar "Culpable soy yo" y "Dueño de nada", para luego dar paso a Di Blasio con una serie de temas que hicieron bailar a los presentes y con los que se entregó totalmente, subiéndose incluso al asiento que estaba junto al piano blanco que lo acompañó. "Amor eterno", "La bikina", "No llores por mí Argentina", "Balada para Adelina" y "Hasta que te conocí", en el que recibió el acompañamiento del saxofón.
El público estaba tan prendido que El Puma siguió con "Baila mi rumba" y "Agárrense de las manos". Rumbo al final no podían dejar de interpretar juntos algunos temas muy mexicanos, como "No volveré".
Así ante el grito de "otra, otra", dejaron escuchar "La clave del amor", de su más reciente disco, para demostrar que ambos se encuentran en un muy buen momento de su carrera.
27/10/03
Nota 15002