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El brasileño Ronaldo y el español Raúl se combinan para darle al Real Madrid la victoria.
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A+ A- Raúl González sacó de un apuro al Real Madrid, firmó el gol que dio el triunfo a su equipo ante el Deportivo (2-1) y consiguió que el Santiago Bernabéu siga siendo un feudo inexpugnable en esta Liga, en la que ningún equipo ha conseguido salir del coliseo blanco sin una derrota.
El capitán madridista ofreció una actuación sobresaliente. Fue el mejor de su equipo y acalló las críticas que ha recibido en los últimos tiempos. Nunca se puede dudar del delantero madrileño, un futbolista que siempre acude al rescate cuando más se le necesita.
Raúl hizo posible que el Real Madrid cosechara tres puntos de oro en una cita importante. Le sirven para afianzarse en el liderato, con dos de ventaja sobre el Valencia, y para distanciarse del Deportivo, que se queda a seis.
El Santiago Bernabéu fue escenario de un apasionante duelo entre dos de los principales candidatos al título. Real Madrid y Deportivo afrontaron el encuentro después de encadenar una serie de discretas exhibiciones de fútbol, acompañadas, eso sí, de excelentes resultados para el equipo blanco, pero esta noche el espectáculo fue de los buenos.
Impulsado por la batuta de
Juan Carlos Valerón , el trabajo incansable de Sergio, la firmeza en defensa y la velocidad de Luque, el Deportivo fue un adversario de mucha entidad para el equipo de Carlos Queiroz.
Pero le faltó pegada. En la primera parte llegó con bastante facilidad a las cercanías de Casillas, pero el cancerbero madridista apenas tuvo que intervenir. Sólo lo hizo en una ocasión, para detener un disparo sin peligro de Sergio en el arranque del encuentro.
El Real Madrid contrarrestó las armas de su rival con una notable actuación de Raúl, la magia de Zidane, la labor de Beckham, el excelente partido de Míchel Salgado y el poderío rematador de Ronaldo.
En un primer tiempo trepidante, hubo un gol anulado a Luque (m.26) por un inexistente fuera de juego, y otro a Helguera (m.31) por una falta previa de Míchel Salgado que no dio la impresión de serlo.
El Real Madrid, sin prisas pero sin pausa, con mucha paciencia y buena circulación de balón, acabó por acorralar al Deportivo en los últimos minutos de la primera parte. Molina, que ya había evitado un gol de Ronaldo (m.20) y otro de Raúl (m.39), no pudo hacer lo mismo en la última jugada previa al descanso.
Zidane, en la zona del extremo izquierdo, recibió un balón por alto en profundidad, lo controló como sólo él sabe hacerlo, ganó la posición a Manuel Pablo, que se resbaló y quedó por el camino, y dio un pase a Ronaldo que fue medio gol. La otra mitad la puso el brasileño con un disparo a puerta vacía.
Fue el premio a la mayor ambición del Real Madrid y un golpe certero en un momento trascendente del partido.
Pero el Deportivo, que lleva mucho tiempo instalado ente los ´grandes´, no se amilanó. El equipo de Javier Irureta no se asusta fácilmente y lo demostró en el arranque del segundo tiempo.
Le quitó el balón al Real Madrid y no tardó en equilibrar la balanza. Lo hizo en el minuto 64, por medio de Pandiani, que convirtió en gol el primer balón que tocó tras sustituir a un desafortunado Tristán. El uruguayo sólo llevaba seis segundos sobre el césped.
Sergio, el mejor del Deportivo, fue quien sirvió el gol en bandeja al uruguayo con un pase en profundidad que dejó sin poder de reacción a la zaga blanca.
Después de unos minutos aturdido, el Real Madrid volvió a la carga y Molina se convirtió en el héroe deportivista, sobre todo con una parada espectacular en un mano a mano con Zidane (m.75).
Cuando el partido parecía condenado al empate, Raúl, que derrochó ambición durante los noventa minutos, remató a gol un gran centro de Roberto Carlos desde la izquierda. Se cumplía el minuto 85 y fue la sentencia para un gran Deportivo y el mejor regalo para el capitán del Real Madrid.
14/12/03
Nota 16648