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Reconoce el actor que dudó sobre el papel que le ofrecían en la trilogía de Tolkien; ahora a
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A+ A- EEUU .- Viggo Mortensen no esperaba un cambio tan radical cuando accedió a hacer la trilogía de El señor de los anillos , cuya tercera parte, El retorno del rey , fue una de las cintas más taquilleras de 2003 y tal vez la que más expectativa provocó en los cinéfilos de todo el mundo.
"Desconfío cuando alguien dice: `desde que fui a Tailandia soy una nueva persona`", dice Mortensen. Pero, reconoce que "por otro lado, me sorprendería que alguien involucrado en este proyecto no dijera que afectó su vida de algún modo".
En el final de la trilogía, El retorno del rey , Mortensen vuelve a hacer el papel de Aragorn, el solitario que ha tratado de evitar su destino, pero que finalmente acepta su responsabilidad como rey y guía a una coalición de tropas para ayudar a salvar la Tierra Media.
Mortensen es considerado como una de las estrellas surgidas de la adaptación a la pantalla grande de la obra épica de J.R.R. Tolkien, aunque ha trabajado sin parar desde que hizo un papel menor en Testigo , en 1985.
Películas como A walk on the moon , A perfect murder , G.I. Jane , The portrait of a lady , Albino alligator y Crimson tide le hicieron ganar elogios de la crítica y muchos seguidores.
Pero Mortensen ha podido seguir con sus otros intereses, como son la pintura, la fotografía y la poesía, y al mismo tiempo ganarse la reputación entre las mujeres de ser un símbolo sexual que también piensa.
"En parte estoy gratamente sorprendido y agradecido por el hecho de que he tenido la oportunidad de hacer otras cosas", gracias a mi participación en la trilogía de Peter Jackson, indica Mortensen.
"No sólo obtuve un papel principal en la película Hidalgo , la cual estará en los cines en marzo, sino que, si no hubiera hecho El señor de los anillos no habría logrado siquiera un papel de tercer o cuarto nivel."
Además, agrega, "ahora vendo mucho más libros. Viene mucho más gente a las exposiciones, o si realizo un evento junto a otros poetas, la gente viene debido a esta película".
"Me doy cuenta de eso, y pienso que es fenomenal porque la gente viene a este tipo de eventos, escuchan poesía o ven fotos o pinturas, y no es importante la razón por la que vinieron, y eso como resultado de dicho éxito."
Mortensen señala que para hacer de la actuación una forma de vida se requiere de suerte. Él conoce a muchos compañeros talentosos que están luchando todavía, pero no se siente culpable por tener suerte.
"No es mi culpa que alguien más no tenga trabajo", asevera. "Trato de apoyar a los otros en lo que puedo, aunque sea tan sólo para estar consciente del hecho de que ninguno de nosotros está dotado más que los demás o es un genio, no más de lo que Peter es."
Por ejemplo, agrega, "Peter necesitaba a los estudios New Line para decir sí. Peter necesitaba a los contribuyentes de Nueva Zelanda para pagar parte de éstas películas o si no no hubieran sido realizadas. Sí se necesita la buena voluntad de los demás y un poco de buena suerte también".
Mortensen nació en Manhattan de padre danés y madre estadounidense, y se crió entre Nueva York y Sudamérica. Su papel fue el último en ser escogido para el reparto de El señor de los anillos , pues reemplazó al actor irlandés Stuart Townsend, quien ya había empezado a filmar antes de que Jackson decidiera que era muy joven para hacer el papel de Aragorn (a sus 45 años de edad, Mortensen es 14 años más grande que Townsend).
El actor, que nunca leyó los "anillos" de Tolkien, recibió una llamada de su agente y tuvo menos de un día para comprometerse con el proyecto y tomar un avión a Nueva Zelanda.
"Sentí que estaba en desventaja, no sólo personal, pero no quería dejarlo de lado, por decir algo", afirma.
"No quieres tener un papel en una película y que digan, `bueno, fue una buena película, todos estaban bien en su papel, pero ese actor parecía no saber en que historia estaba`."
Su hijo Henry, que en ese entonces tenía 11 años, lo ayudó para decidirse.
"Mi hijo escuchó parte de la conversación en el teléfono y cuando colgué dijo, `¿de qué se trataba eso?`. De El señor de los anillos , respondí. `¿Es de eso lo que hablabas?`, sí, contesté. Y me respondió: `ah, es una gran historia`."
Mortensen no se arrepiente. "Estoy contento de haberlo hecho", afirma. Y a pesar de todo, la experiencia no cambió lo que él es, sino que reforzó sus ideales.
"La idea de tener compasión se reforzó en mi mente", indica. "La idea de que tenemos más en común con los demás de lo que creíamos, sean hobbits, iraquíes, elfos, franceses, canadienses..., eso es lo que promueve esta historia. Y la idea de anteponer lo bueno del grupo antes de lo individual.
"Pienso que sí hay un mensaje muy importante en esta historia, y es que, como individuo, puedes ser más fuerte, más inteligente, más informado y rodeado de más gente, si haces un esfuerzo consciente para conectar con los demás en lugar de aislarte."
02/01/04
Nota 17237