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Afirma el cineasta que la mayoría de los estadounidenses ha comenzado a darse cuenta del mal
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A+ A- EEUU .- El cineasta estadounidense Woody Allen deseó que el presidente de su país, George W. Bush, pierda los comicios de noviembre para que a la Casa Blanca puedan llegar personas más responsables.
"Entiendo que la gente mire mal a los Estados Unidos ahora porque muchos de nosotros pensamos lo mismo. Muchos esperamos las elecciones tratando de que alguien le gane a Bush", dijo en entrevista con el diario Clarín, en Buenos Aires, Argentina.
Agregó que los estadounidenses "no estamos contentos con el gobierno, ni cómo le responde al terrorismo, su política en Oriente Medio o su manejo de la economía. Y siento que cada vez más gente se está dando cuenta".
El reconocido director apuntó que desde el lugar que ocupa en la sociedad hace lo que puede para promover un cambio, aunque aclaró que no está muy atento a todo el proceso porque "no soy un hombre político. Soy un ciudadano común".
Explicó que por eso nunca trata temas políticos en sus películas y no está tan metido como otros actores que militan y que hacen de la política algo central en sus vidas.
"Yo tengo sentimientos políticos y trato de hacer cosas, pero no tanto. Nunca me interesó la política. Nunca sentí que los problemas del mundo sean, en lo profundo, de carácter político", dijo.
Allen añadió que siempre se desinteresó de la política porque "desde hace miles de años han cambiado los sistemas políticos y todavía la gente sigue sufriendo".
Aunque todos los políticos hicieran las cosas bien y no hubiera injusticia social ni económica, agregó, "sufriríamos igual, porque hay problemas existenciales que son más profundos que los políticos. Y eso es lo que me interesa".
Didáctico, precisó que cuando una persona no tiene nada qué comer, ese problema se convierte en algo muy importante "pero cuando resuelves eso, te das cuenta de que aún no eres feliz. Tengo dinero, tengo trabajo, estoy casado, tengo hijos y todavía no soy feliz".
Esos son los temas que le interesan, aseguró, "la condición humana. No saber por qué estás acá, qué propósito tiene la vida, si es que tiene alguno. Si te mueres y te vas para siempre y no queda nada, qué sentido tiene todo? Vivir, morir".
Expresó que esas cuestiones son más profundas e interesantes que lo político porque más allá de las decisiones de los gobiernos la gente sufriría igual por el sentido de su vida.
En su nueva película "La vida y todo lo demás" Allen presenta a un hombre paranoico y obsesionado por el terrorismo, pero aclaró que esto no se debió a las circunstancias de la política mundial.
"Esto fue por la película. El personaje que interpreto es un paranoico y es difícil ser paranoico y no extenderlo a lo político y lo social. Pero esto era la idea sólo para este filme", señaló.
A los 68 años de edad y una treintena de películas en su haber, Allen advirtió que nunca ha pensado en retirarse porque escribe guiones de cine como placer y no porque le paguen.
"Es como si juegas al beisbol y después te pagan por hacerlo profesionalmente. Es lo mismo. No pienso retirarme nunca. Si estuviera ahora en casa, escribiría", apuntó.
Por el contrario, añadió, le encantaría dejar de actuar en sus películas porque no se considera bueno en este terreno, "puedo interpretarme muy bien a mí mismo, pero no puedo hacer un (Anton) Chekhov u otro personaje".
02/03/04
Nota 19230