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Rigoberta Menchú Tum, premio Nóbel de la paz 1992, hace un llamado al gobierno de la repúbli
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Juan Santos Carrera .
Córdoba, Ver. -Las mujeres elevan su más alta protesta y exigen al gobierno del estado de Chihuahua y al presidente de la república
Vicente Fox Quesada , el pronto esclarecimiento de los indignantes y repudiables cr ímenes y desapariciones de mujeres en la fronteriza Ciudad Juárez, apuntó en su visita a la zona centro del estado de Veracruz, la Premio Nóbel de la Paz 1992,
Rigoberta Menchú Tum .
La Guatemalteca mencionó como una aberración la situación que se presenta en México, donde la impunidad ha caracterizado los más de 300 asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, según datos de organizaciones no gubernamentales, pero lo que más indigna, es que las autoridades encargadas de la impartición de justicia, no hacen nada al respecto.
En su informe completo, Amnistía Internacional señala en uno de sus párrafos; En Ciudad Juárez y más recientemente en la Ciudad de Chihuahua, la desaparición de Silvia Arce y el reclamo de su madre para que se encuentre a su hija y se haga justicia no es un hecho aislado. Las autoridades reconocen que actualmente el paradero y destino de unas 70 mujeres todavía es un misterio. Para muchas de las organizaciones no gubernamentales mexicanas el número de desaparecidas asciende a más de 400. Lo cierto es que en el estado de Chihuahua, en un número significativo de casos, mujeres jóvenes y adolescentes desaparecidas- en algún caso de 11 años de edad- son halladas muertas días o incluso años después. Según información de Amnistía Internacional, en diez años se han registrado alrededor de 370 homicidios de mujeres, de los cuales como mínimo 137 son asesinatos con violencia sexual. Además, continúan sin ser identificados 75 cuerpos, algunos de los cuales podrían corresponder a mujeres reportadas como desaparecidas, aunque la falta de pruebas concluyentes para su identificación no permite confirmar esta hipótesis. Incluso, las recomendaciones de Amnistía Internacional muestran que; - Las autoridades federales, estatales y municipales deben reconocer y condenar públicamente las desapariciones y homicidios de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua resaltar la dignidad de las víctimas y la legitimidad de la lucha de los familiares en la búsqueda de la verdad, justicia y reparación.
- Las autoridades estatales y federales deben garantizar que se llevan a cabo investigaciones prontas, exhaustivas, efectivas e imparciales, coordinadas y con los recursos suficientes en todos los casos de desapariciones y homicidios de mujeres en el Estado de Chihuahua.
- El gobierno federal debe resolver con urgencia el reclamo de la sociedad sobre la jurisdicción competente para la investigación de las desapariciones y muertes de mujeres en el Estado de Chihuahua para asegurar investigaciones eficaces, rápidas y exhaustivas que gocen de recursos, expertos y la plena cooperación de cualquier otra instancia.
- En las denuncias de desapariciones se debe establecer un mecanismo de búsqueda urgente en el Estado a través del inicio de una investigación penal con amplias competencias para determinar el paradero de la persona desaparecida y dar seguimiento a todas las pistas relevantes para determinar si se ha cometido un delito, bajo la supervisión de un juez competente.
- Se debe investigar y sancionar la negligencia, omisión, complicidad o tolerancia de agentes del Estado en las desapariciones y homicidios de mujeres en el Estado de Chihuahua. Todo agente del Estado presuntamente responsable de cometer graves abusos a los derechos humanos como actos de tortura o encubrimiento de las desapariciones deben ser apartado de su cargo a la espera del resultado de investigaciones imparciales.
- Las autoridades federales, estatales y municipales deben destinar recursos suficientes a la mejora de la seguridad pública en el estado y la prevención de la violencia contra la mujer en la comunidad, como instalación de alumbrado y servicios de vigilancia.
- El Estado mexicano debe garantizar que las maquilas cumplan con sus obligaciones legales frente a sus empleadas/os con un enfoque especial sobre la seguridad física, sexual y mental de las mujeres trabajadoras.
- Las autoridades deben asegurar que la/os defensora/es de los derechos de la mujer y las asociaciones de familiares que dedican sus esfuerzos a poner fin a la violencia contra la mujer pueden desempeñar su legítima labor sin miedo a represalias y con la plena cooperación de las autoridades, en consonancia con la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos.
- Las autoridades deben aplicar las recomendaciones internacionales dirigidas al Estado de México desde 1998 por los Relatores Especiales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de Naciones Unidas, y por el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de la ONU que han conocido el caso de las mujeres de Ciudad Juárez y Chihuahua.
Rigoberta Menchú Tum nació en Chimel, Guatemala, en 1959, y es descendiente de la antigua cultura Maya-Quiché. De niña trabajó en los campos, y más tarde fue empleada doméstica en la ciudad, donde conoció la injusticia, la discriminación y la miseria que aflige a los indígenas de Guatemala.
Nunca recibió educación formal, pero mostró siempre una aptitud especial para liderar con inteligencia a sus hermanos indígenas, lo que le valió la persecución de las fuerzas represivas guatemaltecas y el exilio en México, a partir de 1980. Antes de partir, muchos miembros de su propia familia, incluida su madre, fueron torturados, violados y asesinados por los militares.
Ya en el extranjero, dedicó su vida a la defensa y promoción de los derechos y los valores de los pueblos indígenas de América. Publicó un libro -Yo, Rigoberta Menchu- describiendo su lucha, y en 1992 recibió el Premio Nóbel de la Paz por sus continuados esfuerzos en pro de sus hermanos sometidos. Rigoberta es la primera mujer de raza indígena que recibe este lauro.Las Naciones Unidas la nombraron Embajadora de Buena Voluntad en el Año Internacional de los Pueblos Indígenas (1993), y es asesora personal del Director General de la UNESCO y presidente de la Iniciativa Indígena para la Paz.
10/03/04
Nota 19597