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Fernando Martel mandó a los Tuzos a Pachuca con las manos vacías.
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A+ A- Los Potros de Hierro vencen inesperadamente a unos Tuzos desconcentrados ya en los minutos finales. El marcador en el Estadio Azteca dibujó un 3-2 a favor de los azulgranas, esto en la fecha 16 del Torneo Clausura 2004.
El colombiano Andrés Chitiva abri ó el marcador al minuto 34 con un zurdazo a balón parado y más tarde volvió a definir al 68’. Sebastián González al 76’ acercó a los Potros de Hierro. Mario Hernández al 89’ empató el juego.
Finalmente Fernando Martel al 94´, de penal regaló el triunfo al Atlante.
Los Potros se ubican en el Grupo dos con 18 puntos, con él se encuentra Chivas con 30 unidades, Irapuato con 21, Necaxa con 20 y Veracruz con 17. Por el lado de los Tuzos, ellos ocupan un lugar en el Grupo Uno con 24 unidades, lo acompañan Toluca con 25, Atlas se quedó en 22, Puebla en 19 y Monterrey en 16.
El partido inició dinámico, con llegadas al arco, principalmente de los Tuzos del Pachuca, quienes buscaban el triunfo tras saber el resultado de Toluca ante América en el mismo Estadio Azteca, pues los mexiquenses encabezaban el Grupo Uno. Pero los Potros también buscaron espacios, aunque estos eran difíciles de encontrar, y en la oportunidad más clara, al minuto 21, un centro de
Luis Gabriel Rey por izquierda que rebotó en De Anda, el esférico cayó a los pies de Fernando Martel, quien se precipitó y erró sin consideración.
Antes, Santana había alcanzado un tiro-centro de Marinho Ledezma, quien por izquierda mandó a segundo poste sin mayores consecuencias. El esto de los primeros 45 minutos propiciaron bostezos y servicios cortados.
Para la segunda parte, ya en la recta final, las acciones del encuentro comenzaron a tornarse un poco más interesantes que en el primer tiempo. Los Potros se fueron al frente en busca del gol del empate, pero Chitiva fulminó a Vilar para el 2-0. Así, y ya con ‘Chamagol’ dentro de la cancha, los azulgranas se acercaron en el marcador 1-2, y las jugadas de las huestes de Herrera llevaban una mayor dosis de veneno hacia Miguel Calero.
El final concluyó con jugadas dramáticas, donde incluso los Potros de Hierro alcanzaron el triunfo luego de una desconcentración total de Braulio Godínez, quien metió la mano en el área, lo que propició que el nazareno Gilberto Alcalá decretara pena máxima a favor de los locales, quienes por medio de los botines de Fernando Martel lograron los tres puntos.
Gilberto Alcalá fue el árbitro del encuentro, tuvo una buena actuación y no requirió de tarjetas para controlar las acciones.
26/04/04
Nota 21324