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Canta ante las 30 mil personas que llenaban el Estadio de La Peineta los temas más emblemáti
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A+ A- España .- Quince años ha tardado Paul McCartney en volver a Madrid y lo ha hecho convertido de nuevo en un Beatle, con sonido Beatles, formato Beatles y tocando, dentro de su "Summer Tour´04", los temas más emblemáticos del cuarteto de Liverpool ante las 30 mil personas que llenaban el Estadio de La Peineta.
Acompañado por Rusty Anderson y Brian Ray a la guitarra, Wix Wickens a los teclados y Abe Laboriel jr. en la batería, Sir Paul, después de un breve espectáculo teatral al estilo del Circo del Sol, comenzó el concierto de forma espectacular, con catorce pantallas de vídeo que se movían y mostraban imágenes relacionadas con el repertorio, y para ello eligió "Jet", uno de sus grandes éxitos al frente de los Wings.
McCartney, que dio un repaso a 33 de las mejores composiciones de la historia del pop, se esforzó por hablar español a lo largo de las cerca de dos horas y media de concierto.
Sus primeras palabras fueron "Hola Madrid" y "Viva España", y fue "Flaming Pie" la que precedió a una de las más bailadas en la noche, "All my loving", para continuar con uno de los temas que compuso para Wings, "Let me roll it".
Vestido con "jeans" y esos colores que tanto le gustan, azul turquesa y rojo, y que suele repetir en todas sus giras, interpretó por primera vez en España un tema de los años 60, "You won´t see me", y mientras se proyectaban imágenes de la primera visita del cuarteto de Liverpool a Madrid hizo "She is a woman".
Dejó el bajo aparcado para sentarse el piano y tocar "Maybe I´m amazed" y "The long and winding road", arropado por un público "madurito" y siempre fiel al ex beatle.
"In spite of all the danger", la primera canción compuesta antes de que existieran los Beatles, la interpretó solo, sin la banda, a la guitarra, como hizo con "Black bird", "We can work it out" y "Here today", un tema que escribió nada más morir John Lennon y que hoy le dedicó. El respetable le rindió también su particular homenaje con una gran ovación.
Ya otra vez con la banda tocó en honor de George Harrison "All the things must pass" e improvisó para Ringo unas estrofas de "Yellow Submarine".
"Follow the sun", que era la primera vez que la cantaba en directo, precedió a "For no one", que interpretó en un piano psicodélico y con sonido de clavicordio, que situaron en la parte delantera del escenario.
A lo largo del recital fue presentando a los miembros del grupo, quienes no dudaron en practicar el español durante su breve discurso, y tras temas como "Calico Skies" y "I´ve just seen a face", inició un nuevo momento Beatles con clásicos como "Eleanor Rigby", "Drive my car", "Penny Lane" y "Get back", con lo que todo el mundo se puso a bailar.
McCartney no se olvidó de sus grandes éxitos en solitario como "Band on the run", "Back in the USSR" o "Live and let die", momento en el que se produjo un gran despliegue de fuegos artificiales, recordando esos conciertos que antes se celebraban muy a menudo en Madrid y que ahora sólo se producen en contadas ocasiones.
Tras "I´ve got a feeling" volvió la beatlemanía con "Lady Madonna" y "Hey jude", con la que ponía oficialmente fin al concierto, coreado por las 30 mil almas que disfrutaban en La Peineta.
Para los "bises" se guardó platos fuertes como "Yesterday", "Let it be" o "Saa her standing" y para el fin de fiesta, "Sgt. Pepper". Así McCarney ponía fin a su visita a Madrid y dejaba claro que los Beatles siempre serán los Beatles.
31/05/04
Nota 22741