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Asegura el abogado del actor que la familia se encargó de darle el último adiós en privado a
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A+ A- EEUU .- Los restos de Marlon Brando fueron incinerados en una ceremonia realizada en la intimidad de la familia en Los Angeles, confirmó hoy, martes, el abogado del actor.
La ceremonia, que tuvo lugar el lunes, quiso mantener el espíritu de Brando, poco dado a los actos públicos a pesar de su fama, según confirmó David Seeley, quien fue el abogado del artista.
Seeley, que el viernes se encargó de confirmar la muerte del intérprete de "El padrino", indicó que no se han hecho planes para una ceremonia pública y no quiso dar detalles de la incineración.
Brando falleció el jueves a los 80 años de un fallo respiratorio tras ser ingresado el pasado miércoles en el centro médico de la universidad de California en Los Angeles (UCLA).
Galardonado con el Oscar en dos ocasiones por trabajos tan memorables como "On the Waterfront" ("La ley del silencio") y "El padrino", la maestría demostrada por Brando en la pantalla le convirtió en una leyenda mucho antes de su muerte.
La familia de Marlon Brando se abstuvo de divulgar los planes funerarios para el llamado "actor de actores" en un intento de rendir así un último homenaje a una estrella que era tan conocida por su calidad artística como por su deseo de intimidad. "En respeto a nuestro padre, los servicios serán celebrados de forma íntima", indicó en un comunicado Miko, uno de los nueve hijos reconocidos de esta estrella.
De acuerdo a la hija mayor del actor, Jocelyn Brando, no se dará ningún otro acto después de la incineración. "Si alguien quiere celebrar algo es su problema. Pero Marlon lo habría odiado", declaró a la cadena de noticias Fox News.
Seeley aprovechó para desmentir los rumores que han circulado en la prensa británica, que aseguran que Brando dejó instrucciones detalladas sobre su funeral.
De acuerdo a esas informaciones, los deseos de Brando consistían en una ceremonia dirigida por su vecino y amigo Jack Nicholson y que al final se tiraran su cenizas en el atolón de Tahití que compró en 1966.
Según confirmó Seeley a la prensa, lo único que su cliente de hace cuatro años dejó preparado fue su testamento, que será leído a sus nueve hijos, incluidos los que adoptó.
08/07/04
Nota 24362