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Las líneas del poder.
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A+ A- Por:
Jesús Rosendo Báez .
Si ustedes amables lectores se preguntaran lo mismo que yo me pregunto en el sentido de si
Fidel Herrera Beltrán va a cumplir con todas sus promesas la respuesta sería que si, que efectivamente, Fidel si va a realizar un buen gobierno pues de no hacerlo estaría echándole las ultimas paladas al PRI en sus aspiraciones por recuperar la presidencia de la republica.
Nunca he dudado de la inteligencia de los priistas, al contrario, pues en esa ingobernabilidad que nos tenían siempre supieron sacarle provecho al asunto, no en balde se sirvieron con la cuchara grande por más de 60 años por que si de pruebas se tratara solo inclinemos la mirada por el rumbo de la Rotonda en la Capital del Estado con un Ferrari Pardiño que le saco raja a su encargo.
Al igual que el secretario de "desarrollo Agropecuario" Varios funcionarios más no resistieron la tentación pues le entraron a los negocios y a las inversiones por lo que por el mes de octubre según datos llegados a este correo proeduca83@hotmail.com empezara a circular una lista de todos ellos especificando los montos, valores de los inmuebles, propiedades, ranchos y un sin fin de tranzas más realizadas al amparo de la presente administración quien no podrá hacer nada por ellos.
Fidel Herrera Beltrán entonces, creemos, va a poner su inteligencia al servicio de los veracruzanos quienes a partir del inicio de su administración podrán ir ratificando lo que aquí puntualmente estamos diciendo por eso la preocupación hacia el interior del PRI no es por el hecho de que Gerardo Buganza pudiera anular la elección sino por que Fidel Herrera ya tiene en su poder los pormenores del trabajo de sus colaboradores más cercanos quienes en lugar de poner todo su empeño en su triunfo se dedicaron a vender alcaldías y diputaciones a propósito saludos a Berta Hernández y Ranulfo Márquez, quienes anduvieron en todo menos en los asuntos de su candidato.
DECLARACIÓN POR LOS DERECHOS Y LA CULTURA DE LOS
PUEBLOS INDÍGENAS DE VERACRUZ
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Fidel Herrera Beltrán 20 de septiembre de 2004.-Concluido el proceso electoral que permitió a los veracruzanos renovar, en un ejercicio de gran civilidad y nutrida participación, sus poderes públicos, ratifico hoy mis compromisos con todos los indígenas de Veracruz.
Juntos sociedad y gobierno, pondremos en marcha un gran proyecto de desarrollo que combata efectivamente rezagos y eleve los niveles de vida de todos los veracruzanos.
Esta gran movilización de los veracruzanos contempla, de manera muy especial, a los diferentes grupos nativos que constituyen poco más del 10% de los habitantes del estado.
En 76 municipios de los 212 hay pueblos autóctonos con residencia histórica; pero también es cierto que tenemos presencia indígena, a través del mestizaje, en todo el territorio del Estado.
Nuestro compromiso firme de gobierno es apoyar a nuestros pueblos indígenas con el más ambicioso programa de política social para impulsar mejoras importantes en la vida de nuestros hermanos descendientes de nuestros ancestros.
Me he negado siempre a aceptar que ser indígena mexicano sea sinónimo de pobreza y marginación. Por ello, en materia de política indígena, hay cinco grupos de tareas que llevaremos a cabo desde el primer día de mi Gobierno y que quiero, desde ahora, compartir con los habitantes de nuestras ocho regiones indígenas y las doce culturas autóctonas vivas que nos enorgullecen en Veracruz:
Una de las primeras propuestas de mi campaña fue la de establecer un frente amplio contra la pobreza y la discriminación.
Esa será, por consecuencia, una de las primeras acciones de mi administración: vamos a combatir con todo las enfermedades endémicas, las condiciones de penuria, la falta de opciones para que los niños y jóvenes indígenas puedan crecer con buenas oportunidades de vida, con más y mejor educación, con posibilidades de contar con un patrimonio, con buenos servicios médicos, mejor alimentados, con acciones concretas y eficaces para preservar su cultura y fomentarla, así como recuperar el orgullo de su gran pasado.
En primer lugar, habremos de impulsar múltiples iniciativas sociales, políticas, jurídicas, económicas y culturales para atender la problemática específica que enfrentan los grupos indígenas.
En materia de legalidad, lucharemos para que se fortalezcan sus derechos, se aminoren sus desventajas y los indígenas veracruzanos logren condiciones de igualdad y equidad; superen las circunstancias de vulnerabilidad en la que viven y obtengan la plena integración social.
En materia de educación indígena hemos conquistado importantes logros en los últimos años: el 89% de la población menor de 14 años asiste a la escuela; sin embargo, el 30% de la población indígena nunca ha tenido escuela y sólo el 17% por ciento superan la educación primaria. Pero además, la educación indígena debe ser mucho más que un requisito, sino un auténtico camino a mejor calidad de vida.
Por ello, buscaremos el acceso pleno de los indígenas a una educación bilingüe y multicultural de calidad, promoviendo las adecuaciones legales correspondientes y la participación de indígenas docentes y especialistas en la planeación, ejecución y desarrollo de los proyectos educativos que tengan que ver con los grupos étnicos.
Haremos posible la profesionalización de la actividad magisterial indígena y la dotación de los recursos didácticos necesarios, así como de apoyos tecnológicos para avanzar en estos objetivos. La base de superación de nuestros pueblos deben ser los mismos indígenas.
Por lo menos duplicaremos los centros Tokoneme y Tepochcalli. Promoveremos la creación de internados para jóvenes indígenas que desean continuar con su educación en la secundaría, la preparatoria y carreras técnicas.
Impulsaremos con gran decisión la dotación de leche enriquecida para nuestros niños y niñas indígenas. Tenemos que erradicar la desnutrición infantil, uno de nuestros mayores problemas sociales.
La situación económica de las zonas indígenas es verdaderamente preocupante. Uno de nuestros más grandes retos.
Los problemas que afronta el campo agravan su situación convirtiéndola a veces en desesperante, ocasionando que miles de indígenas veracruzanos emigren del campo buscando oportunidades. Tenemos que parar esta situación pues el campo se queda solo. La sociedad y el gobierno de Veracruz tienen la obligación de contribuir a impulsar el desarrollo de los pueblos autóctonos.
Generaremos con gran voluntad el más firme de mis compromisos, lograr las condiciones necesarias para impulsar el desarrollo de la economía y los empleos que requiere Veracruz. Y la prioridad será precisamente el campo y en particular los indígenas.
Promoveremos la comercialización de las artesanías y los productos de consumo elaborados en sus comunidades.
Creo en los derechos indígenas, en la autonomía de sus pueblos, en el derecho que tienen para preservar sus culturas y sus lenguas. Luché como senador en el Congreso de la Unión para que sus derechos se establecieran claramente en la Constitución del país.
Como gobernador de Veracruz seré un ferviente promotor de los derechos de nuestras culturas autóctonas.
Promoveré la ley de derechos indígenas más avanzada del país, que se el sustento para que sus derechos se hagan realidad y para que el gobierno y la sociedad cumplan con la deuda ancestral que tenemos con los pueblos autóctonos.
En Veracruz ha llegado el tiempo de los oprimidos, de los marginados, de los campesinos, de los indígenas; de millones de veracruzanos, hombres, mujeres, niños, ancianos, discapacitados, que hoy reclaman con justicia una vida mejor.
No se olviden de mandarme sus criticas y comentarios a mi e- mail proeduca83@hotmail.com y a cruzadaporlaeducacion@hotmail.com
22/09/04
Nota 27394