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| Los representa el FZLN.
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A+ A- Orizaba, Ver.- El miércoles próximo el subdirector de Tránsito del Estado,
Jorge Luis Torres Gómez , ofreció recibir al grupo de taxistas independientes que representa el Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) que demanda 15 juegos de placas de automóviles de alquiler y que se entreguen a verdaderos taxistas, no los que se improvisan y de un día para otro resulta que son "taxistas".
Jairo Guarneros Sosa , declaró que después de que les habían dicho que no había más placas, ahora dice que son de su grupo y le dieron un juego al hermano de un miembro del grupo, el cual no es taxista. Además, recordó que ellos piden 15 juegos, no cinco, o 6 como lo plantea el funcionario de Tránsito, pero que sólo les dieron 3.
Guarneros Sosa expresó que el cree que hay más concesiones porque se están dando y si esto se soluciona así, no habrá mayor problema. Luego advirtió que no es que él ande buscando a ver con quién anda caminando, sino que los taxistas llegaron a verlo y el grupo aún no tiene nombre, pero están organizados con el FZLN.
Anticipó que al ser una demanda justa de los taxistas, están con ellos, pero si no fuera así y hubiera gente con nada que ver en el gremio, como los que ya tienen pero quieren más, él no los hubiera representado.
Refirió que hay gente de entre 10 y 20 años como taxista, sin sus placas y no es justo que llegue alguien, con 3 días y se las den. "Eso no se vale y hay cosas que Jorge Torres nos quiere entrampar", dijo.
Antes, al referirse a los momentos en que acudieron a Río Blanco para exponer su problema ante el Jefe del Ejecutivo del Estado, donde no se les permitió pasar con mantas con consignas, dijo que el gobernador Alemán parece que padece el Síndrome de Carlos Salinas, que ni ve ni oye a nadie en los últimos días de su gobierno, lo cual consideró que es demasiado riesgoso porque la situación ya no es como antes en que la gente se quedaba callada.
Apuntó que hoy cada vez hay más molestia, más enojo en la gente, que de un momento a otro puede haber una irrupción pacífica pero de otra índole, sin cuidar las formas esperando a ser atendidos, sino exigiendo.
03/10/04
Nota 27854
