|
Primera parte de III
|
A+ A- Orizaba Ver.- La historia se inicia allá por 1979 cuando don Panchito asistió a una fiesta de su sobrino, ahí empezó la pesadilla, porque después de varios años de sobriedad tomó su primera copa y perdió el control, ya que delante de familiares y amigos del festejado dijo que "le gustaba un jovencito", pero todo había sido una broma de mal gusto, al calor del alcohol.
Relata el hombre de la tercera edad que tal parece que fue un castigo de Dios por faltar a su palabra ante el altar de la Virgen de Guadalupe, donde había prometido que jamás volvería a emborracharse.
Recuerda que durante el convivio, ya pasado de copas, para granjearse con la familia del joven que iba acompañado de su esposa expresó que le gustaba el muchacho, pero las palabras se le quedaron en la lengua, y no pudo completar la frase de que le gustaba para hijo, no como hombre.
Menciona que el jovencito laboraba con él en el rastro, y lo ayudaba a sellar la carne, naciendo una amistad amigable como de padre e hijo, "aunque el alcohol embotó mi mente y manifesté la frase de que me gustaba, ante los invitados de la pachanga".
Afirma el pensionado que no le atraen los hombres, le gustan las mujeres, e incluso que tuvo su primera experiencia sexual a los 13 años de edad. (Continuará)
17/11/04
Nota 29665