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Artistas de la región recordaron a Cervantes, a 400 años del quijote de la mancha.
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A+ A- Orizaba, Ver.- Al celebrar el IV Centenario de la publicación de la primera parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, escritores líricos y artistas plásticos de la región estuvieron pendientes de los eventos que se organizaron para recordar el hecho, por lo que Saúl Jiménez, de Maltrata y
Miguel Ángel Rosas Flores , de Ciudad Mendoza, coincidieron en afirmar que Miguel de Cervantes Saavedra escribió la novela más importante de la lengua española porque revolucionó las formas narrativas de su tiempo y sentó las bases sobre las que nacería la novela moderna.
Luego refirieron que
Laura Islas Reyes , citó a
Mario Vargas Llosa , quien con motivo de la edición conmemorativa del Quijote, escribió en el Prólogo: "La modernidad del Quijote está en el espíritu rebelde, justiciero, que lleva al personaje a asumir como su responsabilidad personal cambiar el mundo para mejor, aun cuando, tratando de ponerla en práctica, se equivoque, se estrelle contra obstáculos insalvables y sea golpeado, vejado, y convertido en objeto de irrisión".
Y es que, continúan las palabras de Vargas Llosa, el Quijote es "también una novela de actualidad porque Cervantes, aunque no lo sepan, los novelistas contemporáneos que juegan con la forma, distorsionan el tiempo, barajan y enredan los puntos de vista y experimentan con el lenguaje, son todos deudores de Cervantes".
Por su parte, el escultor
Miguel Ángel Rosas -autor de
San Miguel Arcángel en Los Arcos entre Río Blanco y Orizaba-, destacó el significado de esa obra que, en lo técnico -como afirmó Martín de Riquer-, a propósito de esa edición especial: "El Quijote carece de tramado novelesco y su asunto se puede exponer en muy pocas palabras: un hidalgo aficionado a leer libros de caballerías se vuelve loco, le da por creer que es un caballero andante y sale tres veces de su aldea en busca de aventuras, hasta que, obligado a regresar a casa, enferma, recobra el juicio y muere cristianamente.
Saúl Jiménez, oriundo de Maltrata, expresó que para el lector nunca hay ningún misterio ni nada parecido al suspenso, ya que desde el principio sabe cómo es el protagonista, y cuando éste hace una de sus locuras ya sabe de antemano que lo que él se figura que son gigantes o ejércitos son molinos de viento o rebaños de ovejas y carneros. Todo es claro y natural y no hay trampa de ninguna clase si aceptamos que estamos leyendo la historia de un loco". Pero, y eso lo saben también los lectores del Quijote, que la mejor manera de tener razón es perdiéndola.
22/11/04
Nota 29843