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Los corridos mexicanos del siglo XXI.
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A+ A- El corrido mexicano históricamente se transforma. Unos pronosticaron su vejez, otros la muerte. Que el género inicia el XXI lozano y popular lo indican altas ventas de discos, conciertos multitudinarios y un libro escolar censurado por el senado.
El corrido clásico contiene nombre del protagonista, lugar de los hechos, mensaje y despedida; su centro corresponde a un individuo/protagonista de aventura. Es género con antecedente en las heroicas gestas medievales y propósito de homenaje que la comunidad rinde a un individuo en quien refleja sus valores. Máximo honor representaba ser inmortalizado en la memoria colectiva a través de un corrido, el corrido de "fulano de tal" quien de común pasaba a héroe. El paso a la memoria colectiva conlleva, como precio, perder la vida. En el cuento "Vamos a cantar un corrido" de
Francisco Rojas González se narra: "Nosotros si sabemos lo que queres -dijo Lupe el agrarista al valiente coronel moribundo por la batalla-; queres que el ejido lleve tu nombre...
¿Verdá? / No, mano…. / Bueno, ¿entonces orita se está antojando que te llevemos a enterrar al rancho? / No, no quero nada d’eso - roncó broncamente el agrarista "Quero que me compongan mi corrido, el Corrido del Chato Urbano"
En modernos corridos hay deliberado esfuerzo por esconder la identidad del homenajeado. No llevan nombre propio por título ni se menciona la identidad del héroe, aún más, se explica que el nombre no se puede dar a conocer por cuestiones de seguridad "Si mi nombre no lo saben / analicen el corrido / pregúntenle al boludo / que me vigila el camino / les contestará con balas / que a mí me dicen el primo" En ocasiones se dan sólo referencias geográficas sin faltar la amenaza "No me gusta dar mi nombre / por mi carrera prohibida / pero yo soy de Durango / y el que se ofenda que diga / por ahí tengo un juguetito / que cualquiera se arrodilla"
La tradición se nutrió de bandidos generosos y rebeldes al gobierno, perseguidos por ser bandoleros. También de románticos como Chucho el Roto, Valentín Mancera o Heraclio Bernal que robaban a los ricos para dar a los pobres. En cuanto a contrabandistas ya desde el siglo pasado se les cantaban corridos como Mariano Reséndez quien comerciaba con textiles ¿Hasta dónde puede mover una comunidad su noción de heroicidad? "Me agarraron los sherifes al estilo americano" Si bien desde hace muchos años el corrido ha rendido homenaje al traficante de drogas, no se trataba de un homenaje ciego, se le honraba en la medida en que mostraba su valor y su sagacidad. El aspecto moral del tráfico de drogas se olvidaba momentáneamente para enfatizar la valentía y el arrojo de estos hombres que lograban burlar a las autoridades mexicanas y, sobre todo, a las norteamericanas. Se sobreentendía que la droga sería vendida y consumida en los Estados Unidos "Todo lo que yo cosecho / se los mando a los gabachos" cantan en "El ojo de agua" Los Tucanes de Tijuana. Muchas veces el público optaba por pensar que la comunidad no iba a verse afectada y que de ser éste el caso, el impacto sería positivo por aquello del derrame económico, la creación de divisas y otros beneficios que el narcotráfico trae: la creación de empleos, de escuelas, caminos, clínicas etcétera.
Ahora se presenta un héroe del corrido que trafica con narcóticos y los consume de forma abierta y desafiante "Entre perico y perico / paso las noches tomando / a veces siento que caigo / y a veces ando volando" Negocios estilo Houston, Texas quieren arraigarse en nuestro sureste solar "Otra vez triunfó la mafia / más trabajo pa’ la ley / pero yo digo una cosa / que es muy mi punto de ver / mafia suena a economía / aunque no lo quieran creer" "Mucha gente critica mi vida / porque trabajo contra la ley / dicen que gano dinero sucio / no lo niego, eso lo sé muy bien / pero el dinero aunque esté muy sucio / quita el hambre, analícenlo bien"
Son de rescatarse los escasos corridos que hacen condena moral a las drogas como en "El dolor de un Padre" que enlista lo que se pierde "La vida, la familia, la vergüenza y las facultades mentales" Y continúa "Sepan que por esa maldita droga / hospitales cárceles y panteones es el último final." Reclama -lamentablemente con timidez- la pérdida del hijo: "Yo conozco algunas gentes / que ahora son traficantes / sepan que yo perdí un hijo / y ustedes son los culpables / perdonen si los ofendo / pero es el dolor de un padre"
"Ya con esta y me despido" ¿Qué más cambios le esperan al corrido del siglo XXI? Todo indica nos dirigimos -ahora muy en serio- a la etapa "gacha" y "gabacha" en que cualquiera con dinero, sin importar el origen del mismo, se convierte en un héroe para una sociedad empobrecida. Desgraciadamente es evidente en la aceptación pública como el tejido moral se desvanece en gran parte de nuestra sociedad. Al cambiar la comunidad que lo consume - y da sentido ontológico- también tiene que cambiar el corrido.
El sentido común muestra que en tanto siga floreciendo la industria del narcotráfico los corridos sobre el tema seguirán proliferando y a pesar de censuras adaptándose a nuevas tecnologías como se ilustra en "El Burro" narcocorrido de Exterminador "Este burro es moderno / y en todo tiene que ver / yo les voy a dar un norte / búsquenme en el Internet"
27/03/05
Nota 33717