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* Tres mujeres en fase Terminal reciben hígado, corazón y riñón.
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A+ A- Orizaba, Ver.- En doce horas la vida dio un giro de 360 grados para cinco derechohabientes del IMSS que recibieron un trasplante. Por lo menos tres de ellos, mujeres, estaban en fase terminal, y ahora cada una, respectivamente con su riñón, su hígado y su corazón nuevos, tienen la esperanza de ver crecer a sus hijos y reintegrarse a la vida productiva. Los otros dos evitarán perder la visión por lo menos en uno de sus ojos.
Esto fue posible gracias a una donación multiorgánica hecha por la familia de una joven de quince años de edad que sufrió muerte cerebral, y porque en el Seguro Social los trasplantes ya constituyen un proceso sistemático, cotidiano, conforme a un programa perfectamente estructurado a cargo del doctor Juan Mier y Díaz para la procuración, traslado (con equipos de vanguardia para la conservación y transporte de órganos y personal, que incluye ambulancias y aeronaves) y la implantación de los órganos, señaló el coordinador de Trasplantes del Hospital General del
Centro Médico Nacional La Raza del IMSS,
Alberto Holm Corzo .
Esta puntual coordinación hizo posible que dos equipos médicos, encabezados por los doctores
Mauricio Hernández Domínguez y
Moisés Calderón Abbo , acudieran al Hospital de Traumatología de Magdalena de las Salinas del IMSS, para procurar los órganos, llevarlos al Hospital General, e implantarlos, casi simultáneamente, en cinco quirófanos distintos, con la participación de no menos de cincuenta cirujanos, anestesiólogos, perfusionistas y personal de enfermería.
El que más dificultad ofreció fue el trasplante de hígado, coordinado por el doctor Hernández Domínguez, quien explicó que tuvo una duración de más de nueve horas, ya que hubo que conectar múltiples arterias, venas y los conductos biliares. Al término de la intervención el órgano ya estaba recibiendo sangre y produciendo bilis, lo que indica que fue un éxito. En esta intervención participaron cinco cirujanos, cinco anestesiólogos ("que tuvieron una labor titánica para mantener a la paciente con buena presión sanguínea y controlar azúcar y evitar coagulación"), dos intensivistas y los perfusionistas para la circulación extracorpórea.
La beneficiaría de este trasplante de hígado fue
Karina Gaytán Méndez , de 29 años de edad y madre de cuatro niños, cuyas edades van de los cinco a los diez años. "Mis hijos ahora tendrán madre para rato gracias a Dios y a los médicos del Seguro Social. Estoy muy agradecida con el director del Hospital, Jaime Zaldívar, y con los doctores Holm Corzo y Hernández. Me salvaron la vida", dijo la joven, quien todavía se encuentra encamada en el área de trasplantes del hospital.
Ella padecía una cirrosis, secundaria a una patología que se llama cirrosis biliar primaria, un padecimiento autoinmune, que como la artritis o el lupus atacan directamente al hígado, explicó el doctor Holm Corzo, quien informó que ella tenía dos años en lista de espera y su pronóstico de vida no rebasaba el año.
En esta ocasión por primera vez en México se trasplantó un riñón "herradura" (en realidad son los dos riñones unidos morfológica y embriológicamente por la parte inferior), por lo cual ofreció mucha dificultad ya que durante la extracción hubo que sellar las múltiples arterias y conductos urinarios, y luego, seccionarlo pues se colocó sólo el riñón izquierdo.
"Se aprovecharon dos sistemas del drenaje urinario, una arteria y una vena, tomando un parche de la aorta y de la cava. El trasplante duró aproximadamente unas cuatro o cinco horas porque fue más complicado. Normalmente nos tardamos dos, dos horas y media, pero esta vez, en partir el riñón, que se llama cirugía de banco, hicimos por lo menos dos horas más tres del trasplante, en total unas cinco horas", detalló el doctor Hernández Domínguez, quien señaló que en esta intervención participó un equipo de quince especialistas.
El órgano renal se colocó a
Emma Patricia Luna Segura , de 32 años de edad, madre de dos niños, quien tenía diez años en lista de espera para trasplante de riñón. "Sí, tuve miedo al principio, pero los doctores del IMSS me dieron confianza, me dijeron que no tuviera miedo, que todo iba a salir bien, y sí, entré a quirófano y no, no me dio miedo después. Al principio no lo creía, pero ahora si, sí me lo creo. Voy a poder cuidar a mis niños hasta que crezcan".
El corazón fue trasplantado por el doctor Calderón Abbo, jefe de Cardiología de este nosocomio, quien junto con otros tres especialistas, dos médicos intensivistas y personal de enfermería, en alrededor de tres horas realizó la intervención a
Gabriela Morales Timal , de 28 años de edad, y madre de dos niños.
Padecía una cardiomiopatía dilatada, esto es que el corazón crece, se aguada y se afloja, por lo que su función es muy deficiente hasta que causa la muerte. Este padecimiento se le presentó como consecuencia de una infección viral después de un parto.
"Me siento ya mucho mejor, sí, he tenido varios cambios. Tenía como que un límite bajo, ahora empiezo a hacer más cosas. El cansancio que siento es diferente, antes me faltaba el aire, y ahora es nada más muscular. Me siento en plena recuperación, y por ello quiero darles las gracias a los médicos y al Seguro Social, que está muy bien, y me han atendido de maravilla". Las córneas fueron trasplantadas, una al señor
Serafín Enríquez García y la otra a la señora
Patricia Hernández Ávila .
11/04/05
Nota 34090