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11 DE SEPTIEMBRE, DOLOROSO RECUERDO.
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Juan Santos Carrera .
Hoy, se cumple un año de la fatídica fecha en la cual el cielo de los Estados Unidos de Norteamérica se transformó trágicamente en infierno, cuando la primer potencia en el Mundo se sacudió.
Lo inimaginable, ocurrió. El horror, miedo, angustia, pánico, estupor e incertidumbre se apoderaron de millones de estadounidenses la mañana del once de septiembre del 2001.
El gigante del planeta fue herido en su orgullo y amor propio, las Torres Gemelas del
World Trade Center fueron destruidas ante los ojos impotentes de las autoridades. El "Sueño Americano terminó para dar inicio a la Pesadilla Americana".
El reloj marcó las ocho de la mañana con cuarenta y cinco minutos del octavo mes con diez días del primer año del tercer milenio, cuando el vuelo de American Airlines número 11, un Boeing 767-200ER con 92 personas a bordo que llevaba el curso de la ciudad de Boston a los Ángeles, se estrelló en la Torre Norte.
Las cámaras de las televisoras nacionales informaron prácticamente al instante al mundo sobre ese inexplicable y asombroso acontecimiento sin conocer las causas de la explosión que cimbró varios kilómetros a la redonda.
No bien la gente había asimilado la destrucción de la Torre Norte, a las nueve de la mañana con tres minutos, el vuelo de American Airlines 175, modelo Boeing 767-200ER de la ruta Boston-los Ángeles con 65 personas a bordo, embistió ante la mirada atónita de propios y extraños la Torre Sur.
Imágenes captadas por las lentes de las cámaras fotográficas y de video, transmitidas "en vivo" por los micrófonos de las radiodifusoras; la consternación hizo presa de quienes vivieron ese momento.
Los rostros mostraron muecas desencajadas producto de los impredecibles avionazos, hasta esa hora nadie hubiera pensado que
Osma Bin Laden estaba detrás del desastre; pero no quedó ahí, cuando se pensó que todo había acabado, que era lo peor que podía suceder, en punto de las nueve de la mañana con cuarenta y tres minutos, otro avión de American Airlines, el 77, con ruta marcada de Washington a los Ángeles, un Boeing 757-200 con 64 pasajeros, se estrelló estrepitosamente contra el Pentágono, símbolo de la fuerza e inteligencia Norteamericana.
Lo más dramático, sucedió entre las 10 de la mañana con cinco y veintiocho minutos, cuando ambas Torres se derrumbaron junto con el rumbo de la historia en el planeta tierra.
Los trabajos de retiro de miles de toneladas de acero, la búsqueda de cuerpo semi-destrozados, duraron días interminables, a cada cuerpo recuperado de entre los escombros, la ira de las autoridades estadounidenses se incrementaba, el deseo de venganza los inundó cual veneno recorriendo las venas de su cuerpo.
Los cuerpos de rescate fueron insuficientes, hacían falta manos para ayudar a los desamparados, miles de voluntarios de diversas partes del mundo acudieron a prestar auxilio a la denominada "Tierra Cero".
El panorama fue desolador, las lágrimas, el dolor, la sangre, el olor a tragedia y muerte se esparció por todo el territorio. La gruesa capa de polvo, el ulular de las sirenas de ambulancias y patrullas, los gritos de desesperación y de tristeza por la pérdida de seres queridos convirtió a Nueva York en una sucursal del infierno.
Pero no todos los desaparecidos de los más de cinco mil, fueron de Estados Unidos, también hubo cientos de Mexicanos, por lo cual el presidente de la república Vicente Fox hizo pública su solidaridad con los muertos en ese ataque terrorista, pero el consulado Mexicano en Nueva York solo certificó la desaparición de 17 connacionales.
Después de descartar a Sadam Hussein, como el autor del atentado terrorista más devastador para los Estados Unidos, la luz iluminó el pensamiento de los Norteamericanos, para descubrir en la figura de
Osama Bin Laden y la red Al Quaida, por las transmisiones de la televisora Aljazeera, al enemigo público número uno de la Unión Americana quien prácticamente destruyó Afganistán en su deseo de revancha.
Pero sin lugar a dudas, el 11 de septiembre demostró la fragilidad del Gigante del Mundo, la debilidad de sus líneas de defensa, que con una facilidad admirable organizó un grupo terrorista.
El daño estaba hecho. 16.6% de los Neoyorquinos, 14.9 de los residentes en Washington y 12.3% de los habitantes de otras zonas metropolitanas sufrieron "Angustia Clínica"; lo peor, el 60.7% de los infantes también sufrieron traumas psicológicos.
Desde Entonces, elementos encubiertos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Buró Federal de Investigaciones (FBI), han gastado miles de millones de dólares en la búsqueda de la captura al estilo del viejo Oeste, "Vivo o Muerto" a
Osama Bin Laden y su grupo terrorista Al Quaida.
No hay conversación telefónica o cibernética que no sea interferida por la policía, hay cámaras de video por doquier.
Fueron reforzadas las medidas de seguridad en aeropuertos, centrales camioneras, carreteras, estadios deportivos, auditorios, en las fronteras norte y Sur.
En Estado Unidos de Norteamérica hoy, es delito tener una apariencia física diferente, más aún Árabe.
Pero el drama no concluye ahí, lo peor, para muchos, vio después, con la reseción en la cual entró la Unión Americana, cuando las bolsas bursátiles pararon operaciones; el crecimiento de su
Producto Interno Bruto osciló durante todo ese año y hasta el primer semestre del 2002 entre el 1 y 0 hasta llegar al 0.4%; el desempleo creció de 4.9 a 5.4%; lo único que se incrementó fue la venta de mascarillas anti-gases, armamento y productos represivos.
Los hombres de negocios comenzaron a sufrir los estragos del ataque de la red terrorista Al Quaida, el comercio, el primero en resentirlo, como lo apunta Rubens Lara, director corporativo de una cadena de fábricas dedicadas a la manufactura de hilos.
**Las inversiones en territorio extranjero quedaron detenidas, miles de millones de dólares se perdieron, en México, no fue la excepción, así lo reconoce Tom Borton, empresario de Gran Bretaña asentado en Carolina del Norte.
"El año pasado vivimos tiempos de terror, que frenaron muchos proyectos de expansión, hoy, los tiempos tampoco son mejores, estamos igual, pero es hora de salir adelante".
**La Economía Estadounidense se unió a la de Japón detenida en el atraso desde hace años, como lo marca atinadamente el secretario de desarrollo económico del estado de Veracruz,
Everardo Souza Landa , quien de paso negó, que en la entidad haya sido manifiesto el nulo crecimiento de la economía nacional.
Y sin embargo, la humanidad siempre se a caracterizado por su sentido de humor, por no dejarse caer ante la desgracia, a sacar lo bueno de lo malo y sobre todo, a levantarse tras la dura caída.
Uno de los síntomas de la recuperación, se dio en el sarcasmo con que fue tocado el tema terrorista, proliferaron las páginas de internet que hablaban de ello, en algunas solo se mostraban chistes de humor negro, en otras, fotografías con fotomontajes donde se burlaron del acontecimiento, hubo quienes pusieron barba y turbante a George Bush, presidente de Estados Unidos de Norteamérica, otros que exigieron la presencia de King Kong al momento de la destrucción de las Torres Gemelas, algunos más que pusieron velo a la estatua de la Libertad.
Osama Bin Laden pasó del villano al héroe de cientos de admiradores, pero para las autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica, continúa siendo el enemigo número uno, el principal actor de las pesadillas.
Pero en la ideología Norteamericana, solo hay un objetivo, alcanzar la recuperación psicológica, económica y moral.
10/09/02
Nota 3541