|
De la cúspide al sótano
|
A+ A- Por:
Roberto Valerde GarcíaEl otrora poderoso y hasta temido hombre fuerte del alemanismo, designado primero subsecretario y poco después ungido Secretario de Seguridad Pública,
Alejandro Montano Guzmán enfrenta hoy el momento más crítico de su efímera carrera política.
Por su puesto que contra su voluntad, la semana pasada Montano Guzmán fue prácticamente obligado a devolverle al PAN la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso, ayer confirmó que deja la Coordinación de la Fracción Parlamentaria del PRI y sus detractores apuestan que en los próximos días, tan sólo por dignidad, solicitará licencia como diputado para ausentarse del estado por un buen tiempo.
En la administración anterior, el ex Secretario de Seguridad Pública fue más que eso, llegó a ser el verdadero poder tras el trono. Era tal su obsesión por detentar el poder que en repetidas ocasiones extralimitó sus funciones e invadió otras áreas de la administración que no eran de su competencia y ordenaba, tomaba decisiones y declaraba como Secretario de Gobierno, Procurador o titular de las finanzas, lo que le generó constantes críticas a las que desde luego jamás puso atención.
Equivocadamente el hombre fuerte de Miguel Alemán creyó en la perpetuidad de su poder, pero luego de haber estado en la cúspide, el destino lo alcanzó y hoy se encuentra en caída libre hacia el sótano de la política veracruzana donde prácticamente ya no le quedan espacios, lo que quizá lo obligue en el corto plazo al auto exilio, independientemente de que derivado de la revisión de la Cuenta Pública del 2004 pudiera resultarle alguna responsabilidad que complique más su situación al tener que enfrentarse incluso a demandas de tipo penal.
Barbas a remojar
El diputado priísta jura y perjura que deja el liderazgo de la bancada priísta por voluntad propia y no por presiones políticas, pero desde luego que esa afirmación es tan falsa como la idea de que la debacle de Montano no alcanzará a otros de sus más cercanos colaboradores.
El poder ni se presta, ni se comparte y por ende no es creíble que por su gusto, "el capi" -como muchos lo llaman- este cediendo las posiciones que bien o mal lo mantenían en un estatus dentro de la clase política veracruzana.
Ahora bien, ante el evidente rompimiento entre Fidel Herrera y Miguel Alemán, que ha tenido sus primeras repercusiones en la persona de Alejandro Montano, muy sabio sería que personajes como Flavino Ríos, Daniel del Ángel, Alejandro de la Madrid, Tomás Mundo y mucho otros cercanísimos ex colaboradores de la dupla Ríos-Montano pongan sus barbas a remojar, incluido desde luego el propio dirigente estatal del PRI,
Edel Álvarez Peña , otro que por cierto también tiene los días contados al frente del ex partidazo.
Los medios ignorados en el pacto
A propósito de "celebrarse" hoy el día de la "libertad de expresión", habría que formularse una pregunta. Si en verdad los medios de comunicación son un importante puente de comunicación entre gobierno y sociedad y si se pretende en realidad establecer una nueva relación con la prensa, la radio y la televisión, ¿por qué no se invitó a los directores de los mismos a ser partícipes en la firma del Pacto de Gobernabilidad signado el pasado 31 de mayo entre el Gobernador y los representantes de los sectores de la sociedad?, ¿qué a caso los medios no tienen importancia en Veracruz, como para haberlos excluidos en un acuerdo tan relevante para la vida política y social de la entidad? Sólo son preguntas.
Desayuno para los "cuates"
Que pena y que triste que en el equipo del gobernador
Fidel Herrera Beltrán haya personas tan cortas de visión que lejos de resolverle problemas se los generan. El mandatario ha dicho que para él no existen medios de comunicación grandes ni pequeños, porque para él todos merecen respeto y atención. Pero parece que otros no lo entienden así y al desayuno que organizan para hoy, sólo se corrieron invitaciones a los "cuates" y a todos aquellos que representan a un medio modesto o que han osado emitir una opinión critica, esos no fueron invitados para no amargarles el desayuno. A esos, que ni siquiera vale la pena mencionar sus nombres por lo insignificantes que son, ojalá que algún día les caiga el veinte y se miren en el espejo de Montano, porque ahora las hacen, pero al rato no las van a consentir, que conste, tras aviso no hay engaño.
06/06/05
Nota 35564