|
K-19 está fuerte en nuestro país y ahora en Europa.
|
A+ A- Madrid. "Si los fotógrafos no dejan de hacer fotos la rueda de prensa se cancela, y si los reporteros hacen preguntas que no son de la película no serán respondidas". Con estas amenazas de los organizadores dio comienzo ayer en el hotel Palace de Madrid la multitudinaria conferencia de prensa que ofreció Harrison Ford con motivo de la presentación de su más reciente película: K 19, The widowmaker . Un filme en el que el actor, más acostumbrado a luchar contra los rusos, interpreta a un comandante de un submarino de la antigua Unión Soviética en plena Guerra Fría. Papel por el que la estrella que ha sido capaz de recaudar más de 2 mil millones de dólares en la taquilla internacional a lo largo de su carrera, ha cobrado un salario aproximado de 25 millones de dólares.
Fueron unos escasos 30 minutos en los que Ford, luciendo una imagen más juvenil con un arete en su oreja y custodiado en todo momento por cinco fornidos guardaespaldas, no esbozó ni una sonrisa ni siquiera ante los más de 30 fotógrafos que le retrataban, ni fue capaz de decir una frase fuera de las respuestas a las escasas preguntas que se permitió realizarle, demostrando una vez más que su relación con la prensa no es todo lo buena que desearía.
K 19: la fábrica de viudas narra el accidente del submarino soviético K 19 que ocurrió en 1961, en plena Guerra Fría, cuando la Unión Soviértica poseía armas nucleares suficientes para destruir el mundo dos veces seguidas y Estados Unidos disponía de armamento nuclear para destruir el mundo 10 veces seguidas. Un accidente que acabó con la vida de más de una veintena de miembros de la tripulación, y que salió a la luz 28 años después de que ocurriera, tras la caída del Muro de Berlín.
Para Ford, hacer de héroe comunista le pareció muy interesante y no le preocupa la opinión que pueda tener el público estadounidense. "A la gente lo que le gustan son las buenas películas y esta lo es. Y no sólo es buena, además es nuestra reconciliación con los rusos, un pueblo del que hemos sido enemigos peligrosos durante años", añadió. El día anterior el actor acudió al estreno de la película en un cine de la Gran Vía madrileña, acompañado por su novia, la también actriz Calista Flokhart, protagonista de Ally Mc Beal , 23 años más joven que él. Allí cientos de personas se agolpaban para ver a su ídolo quien no se hizo esperar y llegó puntual a su cita. Sin embargo y para desilusión de los fans, muchos de los cuales llevaban esperando más de cinco horas, ni se pararon a saludar ni mucho menos a firmar autógrafos.
08/09/02
Nota 3576