|
Chivas contra la pared.
|
A+ A- Atlético Paranaense dio un paso firme hacia la final de la Copa Libertadores al vencer por 3-0 a Guadalajara.
Un gol de cabeza de Aloísio, a los 22 minutos, otro de tiro franco lanzado por Fernandinho, a los 44 y uno de Fabricio con un soberbio remate a distancia a los 78 sellaron el resultado que deja a los brasileños con la ventaja de perder hasta por 2-0 en el partido de vuelta, en México, sin arriesgar su plaza en la final.
El equipo de Antonio Lopes coronó con lujos técnicos una destacada presentación, que en principio pareció apocada por la fuerza física del rival.
El conjunto mexicano comenzó el partido copando los espacios y robando el balón, pero pronto demostró deficiencias para contrarrestar el juego rápido y preciso del Atlético Paranaense.
La primera jugada de peligro gestada por los locales surgió a los veinte minutos, en una entrada de Lima por la izquierda que Alfredo Talavera contrarrestó de prisa para enviar el balón al córner.
Dos minutos después el estadio Kyocera Arena pareció venirse abajo. Un parpadeo de la defensa del equipo mexicano permitió un centro desde la derecha y el salto libre del gigante Aloísio para conectar de cabeza el primer gol de la noche ante una salida aparatosa de Talavera.
Hasta entonces el equipo mexicano parecía el dueño de la cancha y del balón y el conjunto brasileño un visitante perdido en el tapete verde del Kyocera Arena, de Curitiba.
El Atlético Paranaense ganó respiro y tranquilidad para acomodar sus líneas, frente a un adversario que apostó sus fichas a la fuerza de Francisco Palencia para llegar con peligro a la portería de Diego.
Un remate suyo, fuera del área obligó al portero a volar a la escuadra izquierda para enviar el balón al fondo, a los 32 minutos.
A partir de entonces las acciones se alternaron en ambas porterías.
El nervioso pulso de la semifinal tuvo hasta momentos surrealistas, como el conato de bronca entre André Rocha y su compañero Cocito, que obligó a un tercer brasileño, Danilo, a intervenir para evitar el cruce de golpes.
La calma total llegó para los pupilos de Antonio Lopes a los 44 minutos, cuando Fernandinho hizo suyo el lanzamiento de un tiro franco que se filtró por el ángulo ante la impotencia del meta.
En el segundo tiempo la tónica mostró a un anfitrión mesurado en la administración del balón y a un forastero desesperado por la falta de respuestas a su esfuerzo físico.
El abismo entre ambos equipos lo remarcó Fabricio al conectar un soberbio remate de media distancia, cuando faltaban doce minutos para el final.
23/06/05
Nota 36047