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Usted Dirá.....
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A+ A- Por:
Roberto Valerde García .
La salud no es solamente una condición fundamental del desarrollo humano físico, mental y social, sino un derecho que tenemos todos los seres humanos, todos los veracruzanos. Ese derecho está plasmado en el artículo 4° de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos , en la Constitución Política del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave y en la Ley General de Salud. Se supone que todos, en la medida de nuestras posibilidades, tenemos derecho a la salud ya sea en instituciones pública o privadas; es decir, en estricto sentido teórico, la vida debe estar por encima de cualquier otro interés, y mucho más en las instituciones de salud pública.
Sin embargo, algo debe estar ocurriendo en los Servicios de Salud de Veracruz que representa, que no dirige, el doctor
Jon Rementería Sempé , puesto que los costos de la atención a la población han tenido súbitos incrementos en detrimento de la economía de las clases más desprotegidas que demandan atención médica. Primero, ofrezco una disculpa porque el lunes asumí el compromiso de informarle ayer martes de este penoso asunto y no me fue posible hacerlo porque no tenía la información completa.
Pero hoy, estoy en condición de comentarle que en el Centro Estatal de Cancerología (CECA) "Miguel Dorantes Mesa" que dirige el doctor
Pedro Coronel Brizio (otro de los sobrevivientes del alemanismo), se lucra con el sufrimiento de los enfermos de cáncer, niños y adultos y no se respeta ese derecho a la salud consagrado en nuestra Carta Magna.
Resulta que a partir del pasado 15 de junio entró en vigor, de manera no oficial, la nueva tarifa de servicios que, en comparación con los precios anteriores, registra incrementos desproporcionados que van desde un 50 hasta un mil por ciento, por lo que en un giro inesperado una institución de salud pública, se ha convertido en un nosocomio elitista e inaccesible para muchos veracruzanos de escasos recursos.
Y digo que el sopetón aumento de precios en los servicios oncológicos no es oficial, porque hasta donde pude investigar, la instrucción que se dio a las cajeras y trabajadoras sociales de este nosocomio para cobrar las nuevas tarifas fue verbal y, por consiguiente, no media ni antecede circular o memorando alguno con la firma de autorización del director del nosocomio ni por la subdirectora de administración
Diana Florencia Mendoza Lara , quienes aparentemente se cubrieron las espaldas de esta manera, quizá conscientes de que habría consecuencia serias por esta decisión unilateral.
Familiares de algunos pacientes que solicitaron el anonimato por el temor de represalias en contra de sus enfermos, comentan además que el trato que reciben en ocasiones es inhumano y por encima de su sufrimiento está siempre el interés económico de quienes dijeren esta institución médica.
Comentan que esto no ocurría antes, pero desde hace unas semanas, para los pacientes que requieren hospitalización, cual hotel, se les exige por adelantado un deposito de 700 pesos, como garantía por el pago de su estancia.
Inclusive, personal médico del Centro Estatal de Cancerología, que por obvias razones también pidió no revelar sus identidades, reconocen que con esta disposición dicho hospital ha perdido el sentido social y de servicio a la comunidad que siempre le ha caracterizado..
Además, por algún extraño interés (económico probablemente) se efectuó una recategorización de pacientes y prácticamente se suprimió el nivel 1, es decir, la categoría más baja para el cobro de cuotas. Mis informantes, pacientes y familiares me comentaron que por ejemplo en esta categoría que aplicaba a personas de muy bajos recursos y hasta a indigentes, anteriormente se pagaban 11 pesos por una biometría pero el costo se incrementó a 49 pesos. Así, con esta retabulación hay servicios de consulta y de laboratorio con precios superiores a los de instituciones privadas. Por razones de espacio me reservo la publicación de las nuevas tarifas que aplican en las categorías 2,3,4,5,6 y de área privada.
El 20 de diciembre el gobernador
Fidel Herrera Beltrán expuso ante todos sus colaboradores, incluido por su puesto
Jon Rementería Sempé , un "Decálogo de la buena gobernabilidad" del que me permito recordar dos de esos diez puntos, uno que se refiere a la "Sensibilidad, trato humano y política de puertas abiertas" y otros que instruye "vocación auténtica de servicio público y buena fe". Luego, el pasado 29 de abril el jefe del ejecutivo del estado visitó en el CECA a niños enfermos con cáncer a quienes transmitió un mensaje de esperanza.
Que ironía, porque la esperanza es lo que justamente muchos enfermos de cáncer y sus familiares han perdido al carecer de recursos suficientes para continuar con sus tratamientos y mucho más ahora que en el hospital "Miguel Dorantes Meza" su salud y hasta su vida ya tienen precio.
Vaya el llamado de alerta para el gobernador
Fidel Herrera Beltrán , así como para el secretario de salud,
Jon Rementería Sempé quien parece no estar enterado de todo lo que sucede en su dependencia, a menos que sea, claro está porque se encuentra ocupado poniendo todo en orden para el próximo arribo a la Secretaría de Salud del cardiólogo Rodolfo Oviedo.
Quizá me equivoque, pero el hecho de que se hayan aumentado los precios de los servicios en el multicitado centro médico sin que aparentemente hubiera una instrucción con carácter oficial, es decir, por escrito, como debe ser, da pie a especulaciones sobre posibles malos manejos con el dinero que ingresa por consultas y servicios de laboratorio, incluso, mis fuentes aseguran que si la Contraloría General del Estado le rasca un poco al asunto, podría brotar mucha pus y hasta rodarían dos o tres cabezas. Ojalá que la
Contralora Susana Torres no eche el tema en saco roto, no cree usted amigo lector.
29/06/05
Nota 36163