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*** El director de Tránsito del Estado, Harry Jackson Sosa se ahoga en un vaso de agua.
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A+ A- Usted Dirá.....
Por:
Roberto Valerde GarcíaEl director de Tránsito del Estado,
Harry Jackson Sosa se ahoga en un vaso de agua. Anda tan entretenido en la farsa de regularizar el transporte público y de no permitir que se violen las tarifas oficiales para el servicio urbano, que pierde totalmente de vista otros aspectos que quizá le resulten menores, aunque son todo lo contrario.
Correcto, estoy de acuerdo en que el funcionario no permita que los voraces transportistas aumenten discrecionalmente el precio del pasaje. Pero vale entonces la pregunta ¿por qué tolera que elementos a su mando se comporten como verdaderos hampones, ladrones, rateros, que literalmente asaltan a todo tipo de operadores de vehículos automotores? Lo hacen con las grúas, con los radares, en los cruceros, en los mercados y centros de abasto.
Las "mordidas" hoy en día son de 30, 50, 100 y hasta 200 pesos, dicen los "cacos", perdón, los señores oficiales de tránsito que disque porque se tienen que mochar con su "pareja" y hasta con los jefes.
Claro el funcionario podrá decir misa y por su puesto que hasta argumentará en su defensa que quienes cometen estos abusos son agentes que pertenecen a la dirección de Tránsito Municipal, que cobran en el ayuntamiento pues. Está en su derecho de decir lo que quiera, pero municipales o estatales, él en su carácter de director general a nivel estado tiene la responsabilidad de vigilar, denunciar y poner fuera de la corporación a quienes incumplan su deber legal.
Negarse o evadir esta obligación sería tanto como si el general Rigoberto Rivera dijera que no le incumbe cualquier ilícito que cometa un policía auxiliar, intermunicipal o municipal, claro que tiene injerencia como secretario de despacho encargado del ramo.
Y es que son tantos y tan variados los asuntos y problemas que tiene que atender Harry, que el trabajo lo rebasa, pero la culpa la tiene él mismo por rodearse de puros ineptos, torpes, incompetentes, inútiles como el subdirector de transporte público,
Antonio Gómez Anell ; de
Arturo Castillo Sordo , jefe del departamento de transporte público en la modalidad de taxi y colectivo y de
Rafael Quinto Hernández , subdirector de planeación, estadística y autorizaciones, entre otros. De la tercia anterior prometo comentarles a detalle las torpezas que cometen y los fabulosos salarios que perciben sin devengarlos.
***Quinto, caballero andante***
Por cierto, de
Rafael Quinto Hernández le puedo adelantar que se trata de un sujeto falto de seriedad como servidor público, como político y como caballero. El licenciado Quinto (aunque quién sabe) es de esos que se las gastan solos para burlarse de las mujeres. Les dan citas, las hace creer y al final termina escondiéndose cobardemente tras las faldas de su secretaria argumentando que está fuera de la ciudad. Si así se burla de una "amiga", ¿qué se puede esperar un ciudadano común? Ojo, mucho ojo mi estimado Rafael no olvides que quien ríe al último ríe mejor. Conste.
***Lo hacen Inocencio***
Ayer les comenté de la pifia de los operadores financieros del gobernador Fidel Herrera que derrochan recursos para promover obras de la administración pasada y escatiman los centavos para la edición de la Crónica de Gobierno. Vía telefónica se comunicaron conmigo varias personas, cuyos nombres me reservo y quienes me aseguran que las carencias para elaborar dicha publicación son impensables pero muy reales. Me enteré por ejemplo que el maestro
Inocencio Yañez Vicencio ha soportado con estoicismo la falta de apoyos económicos, pero lo han hecho ver su suerte para contar a la fecha con apenas un par de colaboradores, una computadora con especificaciones técnicas muy limitadas (equipo de desecho de una importante secretaría que les hizo el favor de donárselos) y una pequeña impresora.
Un colega escribió ayer que cierto publirelacionista le estaría cobrando al Gobierno del Estado algo así como un millón de pesos anuales por cierta publicación de una hoja, sí, una hoja con "mininotas" en sus dos caras. ¿Puede usted creerlo? Yo sí lo creo, tanto como estoy seguro de que el gobernador
Fidel Herrera Beltrán le dará todo el apoyo a quienes elaboran su crónica de gobierno ahora que está enterado de lo que ocurre a sus espaldas.
15/09/05
Nota 38058