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Los orígenes de la UPV.
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A+ A- Guillermo H. Zúñiga Martínez
En el año de 1975, recuerdo bien, la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), solicitó formalmente la firma de un convenio entre el Gobierno del Estado, presidido por el insigne y muy bien recordado político de Vega de Alatorre, licenciado
Rafael Hernández Ochoa , y la Secretaría de Educación Pública, a fin de procurar que aquellos maestros veracruzanos que carecían de título de licenciados en educación, estudiaran en la
Universidad Pedagógica Nacional , conquista laboral que se cristalizó y cuyos resultados están a la vista.
Tan importante entidad suplió al Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, esfuerzo de considerables dimensiones para actualizar y capacitar a miles de profesores rurales que habían sido contratados para el noble ejercicio de la pedagogía, sin contar con la preparación adecuada. La
Universidad Pedagógica Nacional se convirtió en una necesidad, no tan sólo para que los mentores en servicio pudieran obtener aquel grado, sino también maestrías y doctorados; éste es el verdadero escalafón horizontal que debería valer más que la antigüedad, dado que con una mayor preparación accederían a mejores prestaciones de carácter económico y social.
Como es del conocimiento general el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación aglutina a dos secciones: la 32 y la 56, la primera representa a los que dependían de la Secretaría de Educación Pública y la segunda a los estatales; mas es importante asentar que desde 1962 empezaron a surgir nuevas organizaciones que se nutrieron fundamentalmente con la natural disidencia de quienes deseaban transitar y actuar en otras agrupaciones que respondieran a sus expectativas humanas y profesionales. Fue así como se conformaron el Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación (SETSE), y otros que son atendidos por las autoridades educativas con comedimiento y respeto, entre los cuales se pueden mencionar el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de Enseñanza Media (SUTSEM) y el Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación en Veracruz (SDTEV), por citar algunos.
Al esparcirse la noticia de que el Gobierno del Estado firmaría ese compromiso con la Secretaría de Educación Pública, se empezaron a manifestar muchas inconformidades porque los educadores locales deseaban estudiar en una escuela que sintieran propia y fue así como desde la Dirección General de Educación Popular, se firmó el acuerdo para establecer la
Universidad Pedagógica Nacional pero, por otra parte, se dieron todos los pasos necesarios para crear la
Universidad Pedagógica Veracruzana , única estatal en el país desde la década de los setentas. Los cursos de esta Universidad fueron inaugurados por don
Rafael Hernández Ochoa y se nombró como primer Rector al Profesor e
Historiador Francisco Alfonso Avilés , quien con un grupo de maestras y maestros diseñaron planes y programas propios y establecieron los Centros Regionales para abrir sus puertas a las ansias del saber de muchos mentores veracruzanos que han culminado sus estudios en ella.
Cuando elevé a la consideración del señor licenciado
Rafael Hernández Ochoa el proyecto de Decreto que la nutre de vida jurídica, él lo aceptó extraordinariamente bien, lo firmó el 23 de septiembre de 1980, y se publicó en la Gaceta Oficial del Gobierno del Estado el día 30 del mismo mes. Con este motivo, sostuvo la tesis de que nadie puede oponerse a la difusión de la cultura y mucho menos a la preparación académica, y me expresó que confiaba en que esta nueva institución asegurara la calidad de la educación y mejores ingresos para los trabajadores del sector.
Estas líneas tienen como propósito asentar la verdad. Esta Universidad, la
Universidad Pedagógica Veracruzana , fue creada así, como lo narro, y se debe principalmente al talento de pedagogos veracruzanos y a la extraordinaria disposición de servicio del
Gobernador Hernández Ochoa .
La
Universidad Pedagógica Veracruzana se concibió como una institución pública de educación superior, con carácter de organismo desconcentrado de la Dirección General de Educación Popular del Gobierno del Estado y sus finalidades se enunciaron con toda claridad: debería formar a profesionales de la educación, fomentar la investigación en materia educativa y difundir la cultura de acuerdo a las necesidades de la región.
A sus veinticinco años de existencia fructífera, le rindo mi más cálido tributo y reconocimiento.
ghector42@hotmail.com
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26/09/05
Nota 38290