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Los medios y la alfabetización.
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A+ A- Guillermo H. Zúñiga Martínez
Acaece todos los días, a cada momento, actualmente la información que se propaga proporciona un conocimiento homogéneo para todos. Lo mismo que se sabe en Xalapa lo conocen, al mismo tiempo, en Ilamatlán; tanto la radio como la televisión dan cuenta de lo que, a su juicio, es lo más significativo. Esta es una verdad inobjetable.
Los políticos, artistas, deportistas, etc., si no aparecen en la pantalla chica no existen; la generalidad de los ciudadanos repiten frases, anuncios, anécdotas, aunque sean banales; se contaminaron con el uso del género: ahora al saludar hay que decir "señoritas y señoritos"; entraron hasta las recámaras mentales las palabras "compló" y "sospechosismo".
Las redes electrónicas son fundamentales en las relaciones humanas; millones están esperando la hora de los noticieros estelares para estandarizarse sobre lo que acontece diariamente dentro de nuestra sociedad y en el extranjero. Vamos, nos han igualado en conocimientos y a veces hasta en criterios; esta es una aseveración que se comprueba a cada instante en nuestra vida diaria.
Es importante el alimento cultural, técnico y científico para los mexicanos, razón por la cual considero que lo deseable sería utilizar inteligentemente los espacios de las empresas comerciales para realizar un esfuerzo que tuviera un efecto mas útil, por ello sugiero que los legisladores se preocupen porque la Ley de Radio y Televisión pudiera oficializar la obligación de emitir lecciones para alcanzar la necesaria culturización.
En México se han realizado ya algunas tareas en este sentido. En la década de los setentas, 201 emisoras se utilizaron para alfabetizar, pero fue un destello que se ha desvanecido en el transcurso del tiempo. En aquellos años, 15 canales proyectaban un programa atractivo consistente en que una tele maestra difundía la cartilla "Yo puedo hacerlo". Los intentos fueron aislados y asistemáticos.
En esa misma década, destacaba también Colombia al divulgar la enseñanza través de
Acción Cultural Popular , mejor conocida como Radio Sutatensa; funcionaba a través de radio aficionados y se dirigía a pequeños grupos campesinos. Logró organizar estaciones con más de 650 kilovatios de potencia que transmitían clases sobre alfabetización y comentarios concernientes a salud, economía, trabajo y significados éticos.
Aquel gobierno otorgaba un subsidio específico para sostener 23 mil centros a los que asistían 173 mil usuarios. Para controlar y supervisar el sistema fundó 22 oficinas regionales.
En consecuencia, no es sencillo elaborar programas y únicamente proyectarlos, sino que se debe constatar la audiencia de los adultos mayores y además encontrar mecanismos para certificar el aprendizaje y alentar la prosecución de los estudios, lo que requiere de una inversión puntual.
Veracruz vive circunstancias favorables para impulsar tareas de esta naturaleza y conseguir que a través de la radio y la televisión se uniformaran los contenidos culturales destinados a los que menos saben. Es obvio que sería insoslayable la participación de grupos interesados en el bienestar y superación de los veracruzanos.
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10/10/05
Nota 38632