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• Piden ayuda del Gobernador Fidel Herrera Beltrán.
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A+ A- • Anuncian manifestaciones.
Juan H. santos.
Familiares de los 113 internos del Centro de Readaptación Social de Orizaba (CERESO) anunciaron la toma de calles en ésta ciudad, para exigir al Gobierno del Estado, que sus parientes sean regresados del penal de mediana seguridad de La Toma de éste municipio, al considerar que será prácticamente imposible para ellos, poder visitarlos en el nuevo centro penitenciario a donde fueron enviados.
Entre gritos, empujones, patadas, mordidas, pellizcones y todo tipo de improperios, las mujeres, más de 13, entre ellas una mujer en estado de gravidez y cinco ancianas, pretendieron evitar que sus familiares fueran sacados del CERESO para ser trasladados a la Toma.
"No, No se los lleven, tengan piedad… Tengan compasión… No son animales… No nos hagan esto" fue la plegaria con que recibieron a los cerca de 250 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y Dirección General de Prevención y Readaptación Social (DGPRS)
Al observar que no eran tomadas en cuenta, se agarraron de las manos, se abrazaron y colocaron en la reja de ingreso al centro penitenciario, con la firme intención de impedir el acceso de los efectivos policiales.
Intentaron dialogar con la Directora General de la DGPRS
Martha Isabel Montoya Barradas , pero fue inútil; "La orden es de desalojar el inmueble" recibieron como tajante respuesta.
"A los policías… ¡Que pasen! ¡Que pasen ya con un carajo!" fue la fulminante orden para que los elementos de la SSP con equipo antimotín, se abrieran paso entre la gente que no dio un paso atrás hasta ser prácticamente cargadas para evitar que resultaran lesionadas entre los empellones.
Uno a uno, los internos, fueron sacados del penal, esposados de manos y pies, con la cabeza agachada, algunos sorprendidos ante la determinación, otros buscando con el rabo del ojo a sus familiares, sin poder contestar a los gritos de desesperación de sus madres, de sus esposas, de sus hijas.
Con un dramatismo indescriptible, difícil de narrar y que humedeció los ojos a más de un elementos de la SSP, pero que ni inmutó a
Martha Montoya Barradas , los autobuses se llenaron con los reos; personal de seguridad ingresó para resguardar el orden; una patrulla guió el camino de la unidad hacia La Toma; mientras dos más, vigilaban la retaguardia.
Afuera del penal, los rezos de madres desesperadas, mujeres que ante la impotencia de no poder hacer nada más que llorar, se escucharon por largo rato; imposible no oír, las plegarias a la Virgen María de Guadalupe, apenas unas horas después de haberla recordado en su día.
Alejandrina Vázquez González , mujer de 85 años de edad originaria del municipio de Acultzingo, dedicada a lavar ropa ajena para poder subsistir y que a pesar de sus reumas y artritis estuvo día noche desde el domingo en espera de evitar que su hijo, Roberto de la Luz Vázquez fuera sacado del penal para ser trasladado a La Toma, dijo no tener dinero para ir a visitarlo; por eso piden al Gobernador su apoyo, su ayuda y "ponerse la mano en el corazón para no darles la espalda".
En la calle, en ambas aceras, las mujeres se abrazaron, rompieron en llanto y sacaron su dolor con gritos, contra la Directora de Prevención y
Readaptación Social Martha Isabel Montoya Barradas, a quien desearon no pasar lo mismo con su descendencia.
13/12/05
Nota 40137