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Caleidoscopio.
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A+ A- UN LADO OBSCURO DE LA INTERNET
Por:
José Luis Barragán FabiánPrimer giro:
En una sociedad regida por nuevos esquemas, un mayor acceso a la tecnología y avanzados sistemas de comunicación, resulta contradictorio observar como el ser humano se va aislando cada día más a pesar de encontrarse en un mundo globalizado, ateniéndose a las consecuencias que ello le pueda acarrear.
Una prueba de esto lo encontré en una nota publicada por El Universal en su versión electrónica y que se refiere a las aventuras de Justin Berry, un joven estadounidense vecino de la ciudad de California, con cierta fascinación por las computadoras y el ciberespacio, lo cual lo llevó a incursionar en el lado obscuro de la Internet en el año 2000, cuando apenas tenía 13 años de edad.
Justin nunca había sido un chico popular y desde hacía mucho tiempo había recurrido a Internet en busca de amigos. Pero ese día, su fascinación por el ciberespacio le cambiaría su vida. Semanas atrás había añadido una cámara web a su computadora, con la idea de usarla para conocer a otros adolescentes en la red. Pero en vez de eso, se conectaron para chatear con él cuatro hombres que se dedicaron a hacerle cumplidos y ofrecerle regalos.
Esa tarde de hace cinco años, uno de sus contactos en el chat le hizo una propuesta: le pagaría 50 dólares si se quitaba la playera y se sentaba frente a la cámara durante tres minutos. El sujeto incluso le ayudó para abrir una cuenta en la página PayPal.com (un sistema de pagos por Internet), para que pudiera recibir el dinero.
Segundo giro:
Fue así como Justin comenzó una vida secreta en la que, a lo largo de cinco años, este joven que solía estar en las listas de los mejores estudiantes se desvistió, masturbó e incluso sostuvo relaciones sexuales frente a la cámara, ante una audiencia de más de mil 500 personas que le pagaron, en el lapso de ese tiempo, cientos de miles de dólares.
Como podemos analizar, la historia de Justin es un efecto colateral de los avances tecnológicos. Los menores, muchas veces bajo la tutela de adultos, abren sitios de pornografía, donde muestran sus propias imágenes. Y lo hacen desde la privacía de sus hogares, mientras sus padres se mantienen ajenos.
Lo anteriormente expuesto salió a la luz pública gracias a una investigación realizada por
The New York Times , durante seis meses, hallando que tales sitios han surgido sin que haya atraído hasta el momento la atención de procuradores de Justicia o de organizaciones dedicadas a la protección de los jóvenes.
Tercer giro:
Los adultos que contactaron a Justin se aprovecharon de su necesidad de afecto. Sus padres se divorciaron y el adolescente vivía con su madre y su padrastro.
En 2003, un ex compañero de clase encontró en internet videos pornográficos de Justin, hizo copias y las entregó a otros conocidos. Justin fue señalado e incluso golpeado, hasta que, con el pretexto de que sus compañeros no lo querían, logró que su madre lo sacara de la escuela.
Posteriormente se reunió con su padre, Knute Perry (había huido de una acusación de fraude), en Mazatlán, Sinaloa. Justin lo enteró de su "negocio secreto" y, en lugar de conminarlo a enmendar el camino, el padre le ayudó a conseguir prostitutas con las cuales sostener relaciones frente a la cámara web e incluso creó un sitio porno (Mexicofriends), que se volvió uno de los más populares.
Contragiro:
En junio de este año, cuando Justin tenía ya 18 años,
The New York Times se puso en contacto con él y lo convenció de dejar el negocio de la pornografía y el mundo de las drogas, donde también se había involucrado. También lo ayudó a ponerse en contacto con el Federal Bureau of Investigation (FBI). El 7 de septiembre le fue concedida la inmunidad y unas cuatro semanas después de que Justin cumplió los 19, el joven se convirtió en testigo federal.
Justin reveló la existencia de un grupo de más de mil 500 hombres que pagaron por sus imágenes en línea, así como evidencia de que otros jóvenes, de edades de 13 años en adelante, eran explotados. El Times investigó los antecedentes de 300 de los mil 500 adultos. La mayoría eran doctores, abogados, empresarios o maestros, muchos de los cuales trabajaban diariamente con menores y sabían cómo manipularlos.
Miles de archivos de computadoras han sido confiscados en todo Estados Unidos. El FBI arrestó a Tim Richards, identificado por Justin como director de una de las páginas porno en que aparecía él. También fue detenido Greg Mitchel, socio del joven en otro sitio porno. La agencia está investigando también a empresas que procesaron tarjetas de crédito y ayudaron de algún modo a los sitios ilegales.
En cuanto a Justin, se encuentra en sitio seguro y su vida está de nuevo bajo su control. Confesó la verdad a su madre y ahora se siente más tranquilo. Buscó ayuda para combatir su adicción a las drogas y planea ingresar a la universidad en enero.
Giro final:
Caro lector, creo que nuestras autoridades deben estar alertas para descubrir este tipo de sitios y proceder a su cancelación, además de detener a quienes los regentean y se aprovechan de los problemas existenciales, conductuales o de identidad por los que llegan a atravesar los adolescentes; pero también los padres de familia, los profesores y la sociedad en su conjunto debemos ser más receptivos con los jóvenes para captar cuando pasen por alguna circunstancia que afecte su relación con los demás y ofrecerles así una mejor ayuda. Recordemos que más vale un grito a tiempo que una lágrima después... Hasta el próximo giro de este Caleidoscopio.
jolubarf@yahoo.com.mx
20/12/05
Nota 40336