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La obra estará en exhibición permanente en la Pinacoteca en los bajos del Parque Juárez.
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A+ A- El impulso a la creatividad y la difusión del patrimonio son el fundamento de la política cultural que el estado de Veracruz, a través del Instituto Veracruzano de Cultura, lleva a cabo.
Este primer año de gestión culmina con un hecho que viene a consolidar el esfuerzo que en este sentido se viene realizando: la donación de la obra Niño Campesino de Diego Rivera al Gobierno Estatal llega para rescatar la vocación del espacio cultural que lleva el nombre del afamado muralista en esta ciudad capital.
De esta manera Veracruz asume con entusiasmo su responsabilidad de corresponder y contribuir al enriquecimiento del acervo artístico del estado, presentando la obra "Niño Campesino" pieza original de Diego Rivera y la cual estará en exhibición permanente en la Pinacoteca ubicada en los bajos del Parque Juárez.
Este niño mexicano de Diego Rivera muestra, además de la ingenuidad y la ternura, aquellas características que correspondieron a la noción de pueblo contenida en los nacionalismos culturales posrevolucionarios. Sin recurrir a lo heroico ni a la propuesta pasional, este niño se mantiene a distancia de quien lo ve y lo pinta, al mismo tiempo que aparecen como representantes del pueblo.
Lo rural, la pobreza, la condición marginal, se manifiestan en la imagen de este niño que podría identificarse como típico o esencialmente mexicano. Independientemente del impulso que quizá denota este dibujo, sus características interiores parecen mostrar una imagen de "mexicanito" inofensivo, inocente, con grandes dudas sobre su futuro como individuo, pero muy claro sobre su condición de nacional.
De esta manera, la visión de Diego Rivera corresponde y contribuye a la construcción de una imagen infantil de la "mexicanidad" que, sin abandonar la propuesta artística, tampoco se aleja demasiado de aquella corriente unificadora nacionalista, la cual puede ser más una puesta en escena que un retrato de la realidad. Aun así, no hay que olvidar que el teatro mismo, como todo arte, no se aleja demasiado de la existencia humana concreta. Mucho menos cuando se trata de ilustrar los inicios de la vida. Quizá por ello a pesar de la estereotipificación, estos niños de Diego Rivera no dejan de se sobre todo eso: "niños mexicanos"
23/12/05
Nota 40403