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Richard Núñez, fuera del Cruz Azul.
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A+ A- La decisión del Cruz Azul de apartar al volante uruguayo Richard Núñez de sus planes para el 2006 ha puesto fin a la incertidumbre del jugador, quien anotó un gol cada 85 minutos en la pasada temporada, pero no le sirvió de nada.
Núñez tuvo la mejor frecuencia de gol por minuto en el Apertura 05 del futbol mexicano, sin embargo en la víspera de la Navidad, la directiva de los azules ha confirmado su salida y la del centrocampista argentino Diego Rivero.
"Richard Núñez y Diego Rivero serán las bajas del plantel para el próximo torneo Clausura 2006, según determinó el cuerpo técnico en conjunto con la directiva y podría intentarse la contratación de un centro delantero", anunció hoy una nota del Cruz Azul, que terminó el pasado campeonato sin anotar en los últimos cinco partidos, dos de ellos en los cuartos de final ante el Toluca.
Para Núñez, originario de Montevideo, el despido a pesar de tener seis meses más de contrato no debe ser una sorpresa porque su mayor golpe lo recibió cuando Mizrahi lo envió al banquillo la semana después de haber anotado cuadro elegantes goles en 68 minutos.
El 13 de agosto ante los Tecos, Núñez alineó por la lesión del argentino Gabriel Pereyra y con cuatro goles demostró que no necesitaba tiempo para adaptarse al futbol mexicano. Mizrahi le cortó las alas con el pretexto de que debía respetar la jerarquía de Pereyra y ahí comenzó la mala hora del uruguayo.
Mientras Núñez reclamaba que jugaba una posición diferente a la de Pereyra y ambos podían coincidir en la cancha, Mizrahi apenas le dio oportunidades y al llegar el argentino Rubén Romano al mando del club la tendencia no varió, aunque sí el pretexto: Romano decía que los recién llegados necesitaban tiempo para adaptarse.
Debutante en el Danubio de Uruguay en 1996, y con una sobresaliente actuación en la liga de Suiza, en la que fue campeón de goleo con el Grasshopper de Zurich, Núñez jugó a inicios de este año en el Atlético de Madrid y pareció llegar a México en el momento oportuno para brillar.
Sin embargo no fue así. Tal vez estuvo en el lugar indicado, pero no en el momento justo porque su elevado rendimiento puso en aprietos al técnico Mizrahi y luego a Romano, quienes no supieron aprovechar el talento del buen jugador.
Mientras Núñez se va preguntando qué más debía hacer para permanecer en el equipo azul, deberá reconocer que al menos el club le cumplió su último deseo, avisarle la salida con tiempo suficiente para encontrar acomodo en otro lugar.
Si en otros clubes de México aprecian un poco más el rendimiento, tal vez el jugador encuentre equipo muy pronto. Sabe hacer goles y esa es la mejor razón para que un club contrate a un futbolista.
24/12/05
Nota 40417