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Hombres y mujeres acosaban a María Félix.
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A+ A- Sin duda alguna, a la fallecida actriz María Félix le gustaban los hombres, más de lo que un caramelo pueda complacer a un niño, afirma el escritor uruguayo Enrique Mourigan, quien recién escribió un libro que saca a la luz pública insólitas revelaciones sobre La Doña.
En charla, el autor menciona que un día La Diva del cine mexicano le confesó: "A mí, cuando empecé, las lesbianas me perseguían y me pagaban la factura".
En su opinión, "María era una excepción manejando el verbo, para dar nada y recibirlo todo. En eso nadie le ganaba. Ella llegaba, se dejaba mirar, prometía y no daba nada".
Será la próxima semana cuando se presente en un centro cultural de la Ciudad de México el libro María Félix a todo color, escrito por Mourigan.
Se trata de una recopilación de anécdotas y charlas de amigos que tuvieron el autor y la actriz, fallecida el 8 de abril de 2002, justo el día de su cumpleaños.
Sin embargo y pese a lo que pudiera creerse, el escritor no era fan de María. "Yo fui su amigo personal durante muchos años y con ella recorrí países de América y Europa, conviviendo con primeros ministros, altos dignatarios, artistas de renombre y lo más selecto de la sociedad".
Mourigan, originario de Uruguay, con casas en México y España, incluyó en el volumen un episodio poco conocido de María Félix, ese que narra su paso por el cine europeo. Habla de los amores (reales, inventados, míticos y provocadores de escándalos) que siempre rodearon a la estrella del cine mexicano.
Rocío Jurado, Henry Fonda, Ava Gardner, Spencer Tracy y Marlene Dietrich, entre otras figuras del firmamento artístico mundial, desfilan en las páginas del libro por una muy sencilla razón, todas ellas conocieron y admiraron a La mexicana, como dieron en llamarla en diversas partes del mundo.
El entrevistado sostiene que "María nunca vivió de su cuerpo. Cuando llegó a la Ciudad de México en 1939, sola, devastada, sin dinero ni trabajo y despojada de su hijo, vivió en casa de su cuñada Reyna -quien luego fue su ama de llaves durante 40 años-, (quien) le tendió la mano y le dio de comer".
Mourigan es poseedor de una colección que incluye nueve mil fotografías, 10 mil recortes de periódicos y revistas, cuatro mil carteles y afiches, todas sus películas y algunos objetos personales que Félix le obsequió. Para el libro seleccionó medio centenar de imágenes con sus respectivos pies o cédulas.
Desgraciadamente los editores recortaron el texto, metieron fotos sin identificación y dieron al libro un formato de texto de bolsillo, lo cual tiene molesto al autor. "Ya viene una segunda edición en la que se corregirán todos los errores, porque a mí me da pena que la gente piense que esos errores, tremendos, son míos".
Aunque fue hasta el verano de 1991 cuando se conocieron, María y Enrique Mourigan cultivaron una amistad que parecía venir desde mucho antes. La razón estriba en que él conocía la vida y trayectoria de ella a la perfección, más allá de los escenarios cinematográficos; María supo valorar esa muestra de admiración.
Mourigan asegura que todo lo que se cuenta en el libro es verdad y que muchas de las narraciones incluidas fueron hechas por la misma estrella, en interminables pláticas y bohemias en diversas ciudades.
En 1996 la artista lo autorizó para que escribiera el libro y él lo comenzó a preparar.
Desgraciadamente María Félix no alcanzó a conocer la publicación, aunque siempre tuvo una vaga idea del contenido. "Me dijo: ´Escribe mi biografía, pero le pones ahí que es la no autorizada´", refiere el escritor.
08/03/06
Nota 42256