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”EL GALLO” DESPLUMADO...
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A+ A- Por:
César Augusto Vázquez Chagoya"EL GALLO" DESPLUMADO
Andrés Manuel López Obrador siempre dijo ante los ataques de sus adversarios, que a su "gallo" no le habían quitado ninguna pluma, pero este 2 de julio no sólo le quitaron varias, sino casi está listo para meterse al agua caliente para acabarle de sacarle las plumas que faltan y listo para el "caldo" de la democracia mexicana.
Dicen que se llama soberbia. Tres años arriba en las encuestas, cometió errores garrafales. No sólo hizo a un lado a los cardenistas, sino que se alió a los principales fraguadores del fraude de 1988 en contra del fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, como
Manuel Camacho Solís y
Marcelo Hebrard Casaubon . Después tomo actitudes "mesiánicas" como el autollamarse "El indestructible", y después que había pasado el desafuero se comparó con Jesucristo, quien también fue perseguido. Confió ciegamente en las "tribus" del PRD, quienes fallaron en no crear la estructura electoral, tanto que hasta este domingo 9 de julio no pueden comparar las actas de las casillas con el PAN.
La noche del 2 de julio sabía de su deficiencia al anunciar en el zócalo de la ciudad de México que según sus datos iba a ganar por medio millón de votos, que nunca han aparecido por ninguna parte y ahora se agarrado de las graves deficiencias de comunicación del
Instituto Federal Electoral , del conteo rápido, y del PREP, alegando fraude y pidiendo que se cuenten de nuevo los votos casilla por casilla, situación que sí plantea nuestra constitución, pero representa un problema técnico de gran envergadura, y de concederle y suponiendo que volviera a perder, volvería a refutar los resultados y terminaría negociando como lo ha hecho en todas sus inconformidades y marchas a las que ha convocado.
Técnicamente, ni electoralmente y menos políticamente, López Obrador puede alegar fraude. Si fueran tan demócrata, el ganador del Distrito Federal, Marcelo Hebrard, así como sus candidatos a las diputaciones federales y senadores, se hubieran negado a recibir las constancias de mayoría, porque esos documentos se dan de acuerdo a los resultados provenientes de las casillas donde se supone que le hicieron fraude al tabasqueño, y fueron los mismos funcionarios de esas casillas los que también contaron los votos de sus diputados y senadores ganadores, pero lo más grave es que la votación de esas casillas fueron aceptadas por los representantes de López Obrador firmando de conformidad.
No es posible que instalándose 130 mil casillas, cada una con un presidente, un secretario y un escrutador, además de los representantes del PRI, PAN, PRD, Alternativa y Nueva Alianza, es decir, más de un millón de ciudadanos, que fueron a recibir la votación ciudadana, después de ser insaculados, capacitados, sin ganar un peso, se hayan puesto de acuerdo de una gran "complot" en contra de López Obrador. Si fuera así, no hemos visto que a un representante del PRD lo señalen de traidor por permitir el fraude en la casilla que le toco defender los votos amarillos.
Entonces agarrado de las deficiencias del IFE en comunicación, está pendiendo la elección presidencial, motivos que no son suficientes para anular una elección. Está contra el IFE, porque es la institución a desacreditar, pero López Obrador no ve los traidores que están a su lado, ni abajo. Ya empiezan aparecer los culpables y la derrota es huérfana.
Se decía que suponiendo que el
Tribunal Federal Electoral le concediera contar de nuevo casilla por casilla, entonces debería ser parejo que también se abrieran las de diputados federales y senadores, así que de 130 mil casillas, nos iríamos a 390 mil casillas por contar… Aquí queremos saber ¿quiénes las contarán? ¿Los 7 magistrados para dar sus resultados antes del 6 de septiembre próximo? No es posible técnica ni humanamente posible.
Andrés Manuel López Obrador , erigido en el defensor de las causas populares de México, dice que él "ganó porque lo quiso la gente", solo que hay un pero: la gran mayoría de los ciudadanos de este país que tuvieron el valor cívico de acudir a depositar su voto el pasado 2 de julio, cerca de 41 millones votaron en su contra. Saquemos la suma: 15 millones de panistas; 9 millones de priístas; 1 millón del partido Alternativa y 400 mil del partido Nueva Alianza. Total de votos en contra de López Obrador: cerca de 25 millones y medio de votos; y a esa suma hay que agregarle los 900 mil votos anulados, que no quisieron saber nada de los partidos políticos. ¿Dónde está la gran mayoría? ¿Dónde están los millones de gentes del pueblo? Los números no mienten: el señor López Obrador sólo tuvo 14 millones 756 mil 350 votos para Presidente de la República.
A
Andrés Manuel López Obrador lo pintan sus hechos. En la última década del siglo pasado, realizó varias marchas de Tabasco a México por diferentes motivos y siempre terminó negociando. Ahora confiando en muchos grupos de izquierda que pegan de ese lado, cobran con la derecha y no son consistentes, con esos pretende revocar el mandato de la ciudadanía del 2 de julio que no le favorece. La desilusión no tardará en llegar. Si traicionaron a Cuauhtémoc Cárdenas para desviar el rumbo en busca del poder por el poder y sus canonjías, que no le harán a él. Al tiempo.
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09/07/06
Nota 45319