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destacó Gregorio Luke, director del Museo Arte Latinoamericano de Long Beach.
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A+ A- Por: Edgar Gómez.
TIJUANA, B. C.: Cuando más energía, creatividad y trabajo tenía, el muralista Raúl Anguiano falleció, por lo que dejó inconcluso un mural para el
Instituto Politécnico Nacional y algunos proyectos, destacó Gregorio Luke, director del
Museo Arte Latinoamericano de Long Beach, en la plática que ofreció el pasado viernes.
Ante más de 100 personas reunidas en el teatro de la Casa de la Cultura de Tijuana, y con la presencia de Brigita de Anguiano, viuda del artista; el director del Instituto Municipal de Arte y Cultura,
Alejandro Rodríguez Ruiz Velasco ; así como
Carmen López Segura , directora de la Casa de la Cultura, Luke explicó cómo se desarrolló su creatividad en el transcurso de su vida.
"En Anguiano vemos esa capacidad para ver y hacernos ver las cosas, una gran capacidad de dibujo", destacó el estudioso de arte mexicano, sobre la facultad de captar la realidad y plasmarla en sus pinturas.
Anguiano nació en 1916, tiempo en que la Revolución Mexicana estaba en pleno apogeo, y tiempo en que su padre fue capturado por los zapatistas, relató Luke, y quien estuvo a punto de ser fusilado, su último deseo fue tomar un botella de coñac con Zapata, lo que le salvó la vida.
"Eso a Anguiano le quedó muy marcado, por lo que después pintaría y grabaría al caudillo en varias de sus obras", continuó el funcionario del Museo de Arte Latinoamericano.
Sus tres maestros fueron los pintores Diego Rivera,
David Alfaro Sequeiros y
José Clemente Orozco , este último fue a quien admiró mucho, comentó el conferencista.
"Anguiano pintaría el ambiente de la farándula, a cirqueros, prostitutas… el mundo urbano, como las sirvientas, que se vestía y arreglaban en los domingos, pero también retrató la miseria y la marginación", explicó mientras mostraba filminas sobre una pantalla puesto en el escenario del teatro.
El artista incursionó en la pintura, la escultura, serigrafía, grabado, cerámica, además de ser un excelente retratista, destacó Luke, y en la última parte de su vida, revivió el muralismo.
Después de la charla del ex cónsul de Asuntos Culturales, en el Consulado de México, fue la inauguración de la exposición de 29 piezas originales, así como la exposición de una colección de carteles, que se distribuyeron en el pasillo principal y en la
Galería Benjamín Serrano .
Raúl Anguiano pasó la última parte de su vida en el estado de California, que le permitió tener una estrecha relación con la ciudad de Tijuana, y en la que avaló la propuesta de construir un museo a su nombre antes de morir, el 13 de enero de este año.
09/07/06
Nota 45321