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Pasillos del Poder
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A+ A- Por:
César Augusto Vázquez Chagoya¿HASTA CUÁNDO EL MIEDO AL NARCO?
El crimen organizado ha rebasado a las instituciones del estado. La Agencia Antidrogras de los Estados Unidos (DEA), lo habían advertido en 1996. Ya no tienen los narcotraficantes que pagar por protección, sino que ya de plano tiene a los miembros de la policía en el negocio, o por miedo dejan hacer y pasar todo. Aunque la policía quisiera combatirlo, ¿con qué armas, cuál apoyo político, en quién confiar?
Están muy bonitos los anuncios de la
Policía Federal Preventiva y de la Procuraduría General de la República, o los de los diputados federales anunciando nuevas leyes para combatir el narcomenudeo, pero en el terreno de los hechos es otra la realidad: nadie los persigue, es mentira lo de los centros de investigación e inteligencia dedicados a estudiar a los grupos de delincuencia organizada. Los delincuentes que han detenido en Veracruz y Tabasco, se deben a meras casualidades o actos de heroísmo por parte de policías.
¿
Cuántos Comandantes Mateos existen en la república por cada uno de los poderosos grupos de narcotraficantes? Desgraciadamente se desconoce, porque no era un cualquier
Mateo Díaz López como para dejarlo preso en una cárcel de Cunduacán, Tabasco y arriesgar a un comando para liberarlo. Tampoco el sobrino de Alcides "El Metro" Magaña era un hijo de vecino para que lo remataran en una clínica particular con más de 40 tiros en el cuerpo en Cardenas, Tabasco, y nadie de la policía lo supiera, aunque ahí existen de todas las corporaciones: desde federales, estatales hasta municipales.
Se desconoce qué tiene que ver la muerte del sobrino de Alcides "El Metro" Magaña, la aprehensión y el comando que acompañaba al Comandante Mateo con la muerte del veracruzano
Ponciano Vázquez Lagunes , pero el 22 de enero del 2005 fueron acribillados en un lugar denominado Ostuacán, Chiapas, miembros del cártel de los Valencia de Michoacán. Fueron 6 las personas ejecutadas y unidas entre ellas:
Antonio Guízar Valencia , (a) "Conrado Ayala Bañuelos", detenido el 13 de agosto del 2003 trasportando 500 kilogramos de cocaína botada por una avioneta proveniente de Colombia y liberado por falta de pruebas el 7 de mayo del 2004. El padre de Antonio había sido ejecutado en el poblado Libertad de Chiapas, y llevaba el nombre de José Guízar.
El segundo de los muertos en Ostuacán fue
Felipe Espinosa Valencia , casado con la hija de la regidora de Huimanguillo del PRD,
Norma Aguirre Colorado , y la hermana de Felipe era esposa del hijo del alcalde de Huimanguillo, Walter Herrera, quien fue apoyado por
Ponciano Vázquez Lagunes para llegar a ser presidente municipal. El caso de los 6 ejecutados en Ostuacán, fue resuelto por la Procuraduría de Justicia de Chiapas y la SIEDO, responsabilizando al comandante de la Policía de
Huimanguillo Anicasio Pérez Malpica , quien anda prófugo desde el 7 de septiembre que lo quisieron detener, pero obtuvo información privilegiada.
El 6 de octubre del 2005,
Arturo Flores Torruco (a) "El Chino", casado con
Laura López Pavón , hija de
Martín López Obrador , en pleno centro del poblado de Emiliano Zapata, fue acribillado por dos sicarios, que no lograron huir porque su camioneta se atascó en uno de los ranchos de los Valencia. El ex militar
Jorge Santiago Rodríguez , guatemalteco, ex Kaibil, confesó que cobró por el crimen 30 mil dólares a
José Miguel Guízar , sobrino de
Antonio Guízar Valencia , ejecutado por el comandante de la policía municipal de Huimanguillo, Tabasco.
Se ha de recordar que el ganadero Cirilo Vázquez Lagunes, había acusado al gobierno de Tabasco y a la SIEDO de ser responsable de la muerte de su hermano Ponciano, ya que se lo había dicho el subsecretario de Protección Civil de esa entidad, Hernán Bermúdez Requena, además del empresario "levantado" el 9 de julio supuestamente por la SIEDO, Emilio Juárez, quien le había hablado a Cirilo asegurando que funcionarios de Tabasco decían que a Ponciano lo tenían los de la SIEDO. El drama se calma, cuando después de tener bajo investigación a Hernán Bermúdez, la SIEDO lo deja en libertad por no tener nada que ver con el homicidio de Ponciano y niega tener detenido al empresario y amigo de Ponciano, Emilio Juárez, quien fue liberado después de pagar una fuerte cantidad de dinero a unos secuestradores.
Ahora los Valencia tienen dos días enfrentándose, como dos ejércitos en guerra, en el estado de Guerrero con los sicarios ZETAS del Cártel del Golfo; así que lo que pasa en Tabasco, Veracruz, Michoacán y Guerrero, no es ajeno a los mismos grupos y se demuestra que hombres armados andan por las carreteras del país con toda la impunidad del mundo. ¿Quiénes les dan protección?
Para que nos enojemos más. Al sicario Pedro Rivera Avendaño o Miguel Arroyo Ríos, (a) "El Chiapaneco" acusado como uno de los que disfrazados de AFIS secuestraron al empresario del transporte de Papantla, Tomás Hernández (que fue entregado a la SIEDO para que lo siguieran investigando), un juez veracruzano negó la orden de aprehensión en contra del delincuente porque no estaba físicamente en el estado y desde cuándo un juez quiere ver a un delincuente antes de girarle orden de aprehensión. En este asunto tiene mucho que aclarar el Juez de Primer instancia de Poza Rica, ya que comprobándole el delito al Chiapaneco de la ejecución de Tomas Hernández, prácticamente estaba resuelto el de Andrés Zarate y el su ayudante que murieron de manera similar: con un ancla en el ano.
En este tema del narcotráfico, el poder judicial del Estado ya debe de dejar de hacerse de hacerse de la vista gorda y abrirse a que son objeto de presiones, chantajes y amenazas de los narcotraficantes. El poder Legislativo debe aprobar suficiente dinero para poner a la altura de las circunstancias al poder judicial, que tarde que temprano nos comerá a todos: tan sólo en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, una juez interina de Orizaba dejó en libertad a un sicario que se había enfrentado con la policía del estado; los sicarios que tienen amenazada de muerte a la alcaldesa de Atzalan fueron detenidos y un juez de Jalacingo los dejó en libertad; en el caso de la muerte del síndico de Coyutla, Miguel Alfonso Vázquez, dejaron en libertad al que traía el arma homicida, y ahora esto del "Chiapaneco". Si la autoridad no va actuar, que hablen claro, para cada quien se empiece a ser justicia por propia mano.
Se ha demostrado que los sicarios viven y se mueven en una zona de influencia, y aunque traigan mejores armas no son más poderosos que la policía. Tienen la ventaja del dinero y de actuar en la oscuridad; pero del otro lado, el de la policía, se perdió la unidad, aquella que dice "matas a uno, vienen dos; matas a dos, vienen cuatro" y así. En los últimos días para nuestra vergüenza, salvo honrosas excepciones, los policías en Veracruz le corren a los narcotraficantes y la pregunta es ¿por qué? ¿qué tratos tienen los altos mandos para no enfrentarlos?
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23/07/06
Nota 45687