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Pasillos del Poder.
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A+ A- Por:
César Augusto Vázquez ChagoyaESCANDALOSO FRAUDE DE LA PGR VERACRUZ
La llegada del Procurador de Justicia Militar, Rafael Macedo de la Concha, a la Procuraduría General de la República al inicio del gobierno de Vicente Fox, abrió esperanzas de que por fin se acabaría la corrupción y prepotencia de los agentes del
Ministerio Público Federal y de la
Policía Judicial Federal , que desaparece ante el agrado de los mexicanos para convertirse en la Agencia Federal de Investigaciones (AFI). La idea era una policía científica, investigadora, incorruptible, tipo FBI de los Estados Unidos.
A casi 6 años del ansiado cambio, la Dirección de Inspección Interna de la Agencia Federal de Investigaciones en un balance del 1 de diciembre del 2000 al 31 de marzo del 2006, da a conocer que todos los 4 mil 500 elementos de la AFI han sido castigados alguna vez, que 3 mil 142 se han visto involucrados en actos delictivos, y que aun persiste la corrupción e indisciplina. En pocas palabras, la PGR reconoce que en casi 6 años no se avanzó en materia de justicia federal en lo concerniente a la policía.
Este frío y claridoso informe de la PGR, es el reflejo de lo que los mexicanos vemos todo los días. Lo que no se explica uno es cómo no han dado de baja a dichos agentes federales que tienen tendencias a delinquir: ¿en manos de quién está la población? El 6 de enero de este año,
Juan Carlos Cobos Losey , empresario veracruzano y presidente del Comité Estatal del Consejo de Participación Ciudadana de la PGR, fue mas allá al señalar que la mitad de los mandos altos y medios de la PGR en Veracruz, están sujetos a investigación por corruptos y por proteger al narcotráfico. Así de cruda la realidad.
Pero en Veracruz no sólo se conforman con ser corruptos, proteger a narcotraficantes, polleros o al crimen organizado en general, sino que todavía los pocos recursos públicos que se otorgan a la delegación de la PGR en el estado se los birlan, y está actualmente en proceso una auditoría de un cuantioso fraude en contra de la federación en el tiempo que fue delegado de la PGR el licenciado
Raúl Izábal Montoya , ahora delegado en Durango.
En Veracruz, del año 2000 a la fecha, hemos tenido tres delegados de la PGR:
Francisco Martín Camberos Hernández , quien fue relevado por Izábal Montoya el 2 de abril del 2003 quien provenía del estado de Guerrero, una de las cunas del narcotráfico. Camberos fue enviado a
San Luis Potosí con el mismo cargo. La dinámica de estos delegados fue asegurar siempre que en Veracruz el narcotráfico no era alarmante, aunque reconocían el narcomenudeo; negaban que existieran bandas del crimen organizado, como si la droga los adictos la encontraran como "regalo divino y milagroso".
Así que a Veracruz la droga llega sola, se distribuye sola, se pone precio sola y se vende sola, y los drogadictos con sólo mentalmente invocarla se "intoxican". Sabíamos que éramos un pueblo mágico, pero no tanto; y para confirmar lo anterior, las policías de todos rangos agarran y agarran narcovendedores con 30 o 50 grapas de cocaína, cientos de pastillas, mucho dinero (cuando no trabajan), celulares y armas, pero los
Ministerios Públicos Federales y jueces determinan jurídicamente que la droga era para consumo personal y se les castiga sólo por traer armas, alcanzando fianza rápidamente los delincuentes, que salen libres tan rápido como quitarse el calzón cuando tiene uno ganas de ir al baño con locura.
En octubre del 2005,
Raúl Izabal Montoya deja la delegación del estado y lo trasladan con igual cargo a Durango, en donde hay poca actividad del crimen organizado para que haga el menor daño posible y se da uno cuenta del calibre de sus padrinos que lo protegen. Lo suple un paisano:
Manuel Guevara Ortiz , recomendado de nuestro diputado federal
Jorge Uscanga Escobar , a cambio de su silencio como presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Cámara de Diputados y proteger al crimen organizado representado por
Guillermo Zorrilla Fernández y
Rómulo Isael Salazar , diputados federales por Martínez de la Torre y Papantla, respectivamente, y a la vez patrocinadores de Uscanga Escobar para la gubernatura para el 2010.
Viera usted cómo recibieron al nuevo delegado los acontecimientos: siendo director de Gobernación, cuando Jorge Uscanga era subsecretario de Gobierno en el Alemanismo, Guevara Ortiz, viviendo en el lujoso fraccionamiento de las Animas en la calle Araucarias 242, el columnista político
Tulio Moreno Alvarado (originario del merito Totutla) le recuerda a Guevara el 16 de octubre del 2005 que hay un cartelón en el restaurante de Doña Viky ubicado en la avenida Veracruz de Xalapa, en donde le solicitaban pasara a pagar una factura de 2 mil pesos por comida.
El delegado de la PGR volvió a ser escándalo el 15 de diciembre del 2005, cuando en pleno inicio de las posadas, su hijo
Yuri Guevara Vista , a bordo de un automóvil SEAT color gris placas YDE-9052, se le ocurrió hacer el amor en la súper transitada avenida Ávila Camacho con su novia Saira, ya que no podía llegar al motel; sólo que la severa policía intermunicipal les cayó en el pleno duelo y se los llevaron detenidos al cuartel de San José, no sin antes que el hijo del delegado "destituyera" a los patrulleros y su furiosa novia cacheteara a los policías "metiches". Sólo 45 minutos duraron en la cárcel los tortolos. Mejor los hubieran dejado terminar y se hubieran ahorrado tiempo y dinero del pueblo.
Pero a Guevara Ortiz le va a seguir el escándalo. En la auditoría al presupuesto ejercido por Izábal Montoya en el periodo del 2005, en el dinero concerniente a investigaciones, gasto corriente, viáticos, cursos de capacitación para el personal de la PGR en todo el estado, etc., los documentos comprobatorios "rebotaron" como pelota. La responsable del manejo de esos recursos era Norma Quevedo, secretaria particular de Raúl, considerada en su tiempo como "delegada bis", ya que ella movía todo.
El mecanismo para realizar el fraude que llega a millones de pesos, consistió en expedir facturas a nombre de empleados de la PGR (que aunque usted no lo crea, unos llegan a ganar 1,500 pesos mensuales) falsificando sus firmas para poder sacar recibos fraudulentos; y ahora que ya se fue Izábal y Norma, amenazan a los empleados con correrlos si no reponen el dinero que ellos no se gastaron, iniciándose una averiguación previa en México por estos hechos.
Los empleados están pidiendo a líder estatal del sindicato Xavier Mendoza, que exija a Humberto Nájera, el dirigente nacional, que defienda los derechos de los empleados de base, que no quieren impunidad, exigen una auditoría seria y a fondo para determinar quiénes se quedaron con el dinero; que se hagan pruebas de caligrafía, especialmente al personal que trabajó con Norma Quevedo, especialmente a altos funcionarios de las oficinas centrales en el puerto de Veracruz, para comprobar quién firmó e hizo los recibos fraudulentos.
El escándalo puede llegar hasta una demanda penal en contra de Raúl Izábal y Norma Quevedo por parte de los empleados de base. Los altos mandos y medios de la PGR, ya no se conforman con ganar millonarias cantidades por proteger el narcotráfico, sino que todavía se burlan y atropellan a los empleados de base. Hay que ser cochinos pero no trompudos.
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27/08/06
Nota 46606