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Crecen sin control Casas de Empeño.
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A+ A- Malú Sánchez Pozos .
El presidente de la Barra de Abogados,
Alberto Jorge Reyna , dijo el fisco debería regular la operación de las casas de empeño, pues, de hecho, actúan como intermediarios financieros de la necesidad del pueblo. Consideró que en la ciudad algunas funcionan manera clandestina, e indicó que la mayoría cae en la usura, al imponer intereses del 10 y hasta el 20% mensual sobre el valor de la prenda.
"No hay voluntad política por regular estos negocios, a pesar de los riesgos para los pignorantes", añadió. Se trata de intermediarios de la necesidad del pueblo.
Subrayó que las casas de empeño funcionan con diferentes nombres. Para estas cadenas el negocio es atractivo y sin riesgo. Reciben en garantía alhajas, enseres domésticos y aparatos electrónicos e incluso autos. Lo que sirva para salir de alguna necesidad imperiosa.
"Prestan" entre 35 y 40 por ciento del monto de avalúo, el cual, por supuesto, practican ellos mismos. Aquí empieza el negocio. Cobran un interés de entre 10 y 20 por ciento mensual, según el monto del préstamo. Esto da una media de 180 por ciento anual, nivel que multiplica por seis los réditos cobrados en un banco comercial a los usuarios de tarjeta de crédito, el tipo de préstamo más caro de los que ofrece la banca. Los intereses a las casas de empeño deben ser cubiertos cada 30 días. El establecimiento espera máximo tres meses antes de adjudicarse el bien dejado en garantía", añadió.
Abundó que una vez que el dueño de la prenda no logra sostener el paso del pago de intereses, la casa de empeño subasta el bien ¬a un precio igual o más alto del que prestó originalmente y el negocio está en cobrar los intereses¬ o, si se trata de alhajas y joyas, extrae el metal y las piedras.
"Varios fenómenos sociales han contribuido a la proliferación de las casas de empeño privadas en la última década: el auge de la economía informal, la desocupación y la baja calidad de los empleos con ingresos reducidos, entre otros", resaltó.
Expresó que debido a las condiciones del sistema financiero formal, éste es inaccesible para los estratos de la población con más bajos ingresos o para personas que necesitan liquidez inmediata para cubrir contingencias, ya que en ocasiones es difícil contar con un aval, un colateral o ingresos comprobables que garanticen un crédito por las instituciones financieras.
En algunas casas de empeño, en tanto, se reciben, anillos de compromiso, argollas de matrimonio, aretes, libros históricos, muebles de colección y hasta aparatos electrónicos por distintas cantidades de dinero, siempre menor a la que uno supone que podría recibir. En otras, que se pueden contactar solamente vía telefónica o en direcciones de avisos de ocasión que se publican todos los días en periódicos o revistas, se reciben bienes inmuebles, autos de lujo y vehículos de todo tipo.
Estos negocios también operan en áreas con actividad agropecuaria. "Desde luego, que los artículos dejados en prenda cambian, en lugar de alhajas son equipamiento agrícola como tractores, cortadoras, cosechadoras, que quedan como garantía"; inclusive, "se sabe del empeño de la cosecha", reveló.
Según versiones de coyotes entrevistados, "muchas de esas casas de empeño son fantasmas, porque se mueven de un lado a otro sin problema. No sabemos quién las maneja; debe ser gente influyente, para hacer eso", señaló Jacinto.
Por su parte el Nacional Monde de Piedad, dijo que el rédito prendario de la institución es a razón de 2 por ciento mensual, y el préstamo que se otorga es a 50 por ciento del valor del bien empeñado.
Sin embargo, hay otras casas de empeño que se anuncian en las secciones de aviso de ocasión de los diarios, donde ofrecen préstamos inmediatos a cambio de automóviles, casas o terrenos. Su reproducción se debe principalmente a que su funcionamiento está perdido en una "laguna" legal, que ni la Secretaría de Hacienda ni la de Economía están interesadas en resolver.
08/09/06
Nota 46937