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Columna sin nombre.
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A+ A- Por:
Pablo Jair OrtegaLOS SUPERPOLICÍAS DEL SUR
Vemos con tristeza cómo se denigra más a los cuerpos policíacos, ya de por si corrompidos e inmersos en la protección de grandes secretos: el policía todo lo ve y oye; muchas veces sólo acatan lo que los superiores ordenan, aunque estos estén inmersos en la peor calaña de intereses políticos.
Decimos esto porque en Minatitlán (terruño que se convierte en noticia no por sus logros, sino por sus constantes escándalos y gobernantes corruptos) la policía municipal sigue siendo una constante de abusos hacia la ciudadanía, al igual que una agencia de colocaciones para recomendados que distan mucho de una verdadera labor policíaca.
Dentro del marco de estas tradiciones tan nefastas, surge una información respecto a personal incluido en la corporación que no tiene justificación de su presencia, surgida a raíz del reciente escándalo al interior de la Inspección de Policía, donde despacha el titular
Fredy Escobar Huervo . En el nuevo escándalo, una persona de nombre
Juan Aguilar Chávez , de ocupación obrero, denunció el abuso de autoridad, tortura y lesiones que le fueron provocadas por un individuo de nombre
Rafael Huerta Flores , luego de que fuese detenido en la calle supuestamente por escandalizar bajo el efecto de bebidas embriagantes.
No es de extrañarse lo anterior: el anterior inspector Ronaldo Smith "guardaespaldas de la ex síndico prófuga de la justicia, Juana Isabel Morales" había dado instrucciones para que a criterio de los policías municipales, se detuviera a cuanta persona les parecía sospechosa en aras de una vigilancia férrea contra la delincuencia. Así de esta manera, varios incautos cayeron en la cárcel preventiva acusados hasta de "ser sospechosos", así como gente con aliento alcohólico y transeúntes que no portaban alguna identificación oficial; peor aún era que si al momento de la detención el "sospechoso" se negaba al arresto, porque los policías le agregaban el delito de "ultrajes a la autoridad".
Los que pudieron pagar por su salida (no por multas, sino por arreglos extraoficiales), se marchaban inmediatamente de la Inspección, porque a fin de cuentas ese era el objetivo final de los borlotes ocasionados por los uniformados dirigidos entonces por Ronaldo Smith: el dinero.
Pero pareciera que las mañas impuestas por el guardaespaldas de la familia Gómez Morales venido a inspector, también las heredó Fredy Escobar, quien ha escalado vertiginosamente en su reciente carrera dentro del ámbito de la seguridad, siendo primero un Delegado de Tránsito en Minatitlán que para probar su honestidad mostraba los recibos de su salario como tal con un neto irrisorio, y hasta hoy es Inspector de Policía.
En el caso de
Juan Aguilar Chávez , la denuncia que consta en el expediente 442/2006 en la Agencia Primera del Ministerio Público en contra
Rafael Huerta Flores , es porque una vez que fue llevado a las instalaciones de la inspección, fue golpeado en repetidas ocasiones, inventándosele delitos y finalmente extorsionado:
"Rafael Huerta me dijo que él era muy hombre y que por esa razón me golpeaba, yo observé el escritorio y unos asientos, intenté sentarme porque creí me tomaría alguna declaración, lo que Huerta Flores hizo fue levantarme, agarrarme del cuello y me empezó a insultar y a golpear en el rostro, yo no metía las manos, hasta que no aguanté la tortura y fue que libré dos golpes", aseguró
Juan Aguilar Chávez . Además el lesionado, reveló que a consecuencia de los golpes, empezó a sangrar del oído izquierdo, no obstante con esto le cerró el ojo del mismo lado, pues recibió varias patadas.
En las declaraciones emitidas para SOTAVENTO DIARIO de Minatitlán, el agraviado destacó que Rafael Huerta "le dijo que le diera la mitad de lo que había robado, de esta manera llegaría a un arreglo, toda vez que Huerta Flores le insistía que se había robado un vehículo". La denuncia procedió y ya se llevó a cabo la reconstrucción de los hechos en la oficina donde ocurrieron, donde funge como "comandante y policía investigador"
Rafael Huerta Flores .
Lo de "policía investigador" suena por demás intrigante, dado que las facultades de la Policía Municipal no son las de investigar, sino meramente preventivas y en actos de flagrancia; en esto también tendría que destacarse si el tal comandante Huerta no está usurpando funciones y por ende abusando de su autoridad. Fredy Escobar se limitó a defender a Huerta diciendo que Aguilar Chávez se había puesto violento y quería agredirlo, como no hubiera decenas de policías en el cuartel para someter a un detenido, además de que la reacción de Huerta no suena a defensa, sino a una brutal golpiza.
Surge así una casualidad en medio de tanta impunidad: tanto que las corporaciones policíacas quedan entredicho con individuos como el "comandante policía investigador" Rafael Huerta y un individuo de nombre
Raúl Gómez Cruz , apodado "El Trompudo", quien también opera en la zona sur.
Según información proporcionada de una fuente anónima, "El Trompudo" tiene 32 años, es oriundo de
Juan Díaz Covarrubias (aunque presume ser regiomontano egresado del Tec) y presuntamente distribuye software de la Secretaría de Seguridad Pública robado y clonado, además de ofrecer refacciones, antenas y baterías de equipo de radiocomunicaciones de la misma dependencia, donde supuestamente labora con diversos cargos, como se detalla más adelante.
Este individuo, según la fuente, "ofrece el servicio de intercepción de llamadas celulares y fabrica cualquier identificación policíaca o credencial de elector que vende a mil pesos a policías y madrinas de Minatitlán, Coatzacoalcos, Las Choapas y los municipios de la Sierra de Soteapan, donde ha hecho una gran clientela entre asaltantes, polleros y narcotraficantes".
¿Cómo surge públicamente
Raúl Gómez Cruz ? Según la fuente, a inicios fines del año 2005, elementos de la policía estatal asignados a la delegación Coatzacoalcos inspeccionaron un vehículo Jetta Gris placas YBZ8263 estacionado en doble fila y con las llaves pegadas, en la avenida Zaragoza frente a un cajero bancario; en el interior del vehículo se encontraban varias cajas con discos compactos, credenciales policíacas, radios portátiles de uso exclusivo del gobierno y cientos de DVD aparentemente piratas, lo que llamó la atención de la policía; minutos más tarde se acercó un individuo quien trato de retirarse en el vehículo, al preguntarle la procedencia de su carga, contestó de forma prepotente, por lo que se le invitó a abrir su cajuela que también estaba llena de material de computación, discos compactos e identificaciones de diversas corporaciones.
Molesta esta persona, primero dijo ser un agente de seguridad nacional y amenazó a los policías estatales con despedirlos, ya que luego dijo ser jefe de escoltas del general
Espiridión Mora Domínguez , ex coordinador regional de la policía estatal, lo que hizo dudar a los elementos de SSP ya que uno de ellos lo reconoció como una persona que acude a cobrar su nómina cada quincena en "Chapopote" (delegación SSP en Coatzacoalcos), sin embargo al insistirle que se identificara mostró una credencial oficial del C-4 Jalapa que lo identificaba como
Raúl Gómez Cruz .
De acuerdo a la información proporcionada, "El Trompudo" aparece en nómina en la delegación SSP de Coatzacoalcos como el policía 4º
Raúl Gómez Cruz , pero recibe un cheque por cinco mil pesos y un bono de ocho mil quinientos más y está asignado como vigilante en el edificio de seguridad publica C-4 Cosoleacaque, con un salario muy elevado para su puesto. Al averiguar más de esta persona, ya que en dicho edificio se encuentra una Delegación Regional de
Seguridad Publica Estatal y la propia oficina en aquel entonces a cargo del general Mora, delegado regional Zona sur, se supo que este individuo nunca acude a la caseta de vigilancia, pero labora además como encargado de sistemas en el Centro 066 de Emergencias de Cosoleacaque, al que acude ocasionalmente y donde cobra seis mil quinientos pesos mensuales más un bono de compensación que le deposita el C-4 Jalapa.
De la misma manera, la fuente indica que "labora" dentro la Policía Bancaria y Comercial (hoy IPAX), donde cobra como comandante "percibiendo un sueldo de coordinador regional y una compensación adicional por su brillante desempeño". Que incluso el ingeniero
Raúl Gómez Cruz también "cobra puntualmente su cheque de dineros federales del FOSEG", en la sede del Consejo Estatal de Seguridad Pública. En pocas palabras, un superpolicía (o por lo menos un excelente piloto aviador) que trabaja en varias áreas de la seguridad estatal y cobra en diferentes nóminas, pero ofreciendo servicios muy lejos de los objetivos de la prevención del delito, aprovechando los recursos de la Secretaría de Seguridad Pública para la cual trabaja, tal como denuncia la fuente.
¿Quiénes protegen a estas personas? Siempre un misterio.
Individuos como estos habrá muchos al servicio del poder. Los datos sobre
Raúl Gómez Cruz son para alarmarse, al igual que las acciones abusivas del "comandante investigador" Rafael Huerta. Lo más lamentable es la presencia de este tipo de sujetos en corporaciones que supuestamente se dedican a la protección de la ciudadanía y a la preservación del orden y la justicia. Esto lleva a preguntar ¿qué no habrá en las nóminas policíacas?
Esto sólo puede explicarse de una manera: están ahí amparados por un algún mando que tiene interés en preservar alimañas como éstas, haciéndolos pasar por superpolicías, cuando obran peor que delincuentes.
A estas alturas, en el sur de Veracruz, dicen que más vale cuidarse de la "autoridad".
pablo.jair.ortega@gmail.com
18/09/06
Nota 47189