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Pasillos del Poder.
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César Augusto Vázquez ChagoyaAGUSTÍN ACOSTA LAGUNES
Las piedras se encuentran en el camino. Ya se hablaba de que el gobernador
Fernando López Arias había construido un museo en 1964 en la capital del estado. Había nacido en Suchilapa, municipio de Jesus Carranza. La vida lo había llevado a vivir desde niño a Jáltipan. Se hizo una casa sobre la carretera federal cuando llegó a ser un gran personaje político. Vivía, soñaba y escribía en su biblioteca que construyó atrás de su casa. Entre Jáltipan y Oluta, según historiadores, nació La Malinche.
En 1970, un grupo de preparatoria fue a visitar a López Arias a su casa. Hombre culto, hablaba de lo asombroso de la cultura olmeca y con tristeza manifestaba lo "bueno" que había sido que el gobierno federal al comprar la Azufrera Panamericana, porque aparte de llevarse la riqueza de nuestro subsuelo, en sus exploraciones se habían llevado a los Estados Unidos piezas importantes de los olmecas, llegando asegurar que hasta cabezas colosales. "Así que (afirmaba López Arias) son coleccionistas privados millonarios los que disfrutan de nuestra riqueza cultural".
López Arias aseguraba que en
San Lorenzo Tenochtitlan , municipio de Texistepec, había una ciudad olmeca y que había cabezas colosales, pero no existían recursos para rescatarlas. El lugar no tiene carretera. Se ubica en la margen derecha del río Chiquito, afluente del río Coatzacoalcos.
Que San Lorenzo sólo podía comunicarse por medio de una carretera, pero que entre ese lugar y Texistepec estaba lleno de pantanos y ríos pequeños, además de que el costo de la obra era muy elevado.
El tiempo pasó. Los estudiantes se dispersaron por toda la república para estudiar una profesión.
Murió Fernando López Arias en 1978 y llegó a la gubernatura de Veracruz el culto economista
Agustín Acosta Lagunes , en 1980. Por su carácter, muchos pensaron que iba a ser el peor mandatario de la historia, pero en sus primeros tres años de gobierno, aprovechando las altas tazas de intereses, se dedicó a ahorrar y en su segundo tercio realizó la obra pública más importante que es la base del Veracruz moderno, incluyendo la construcción del nuevo Museo de Antropología de Xalapa.
Casi todos los días, Don Agustín iba al museo a supervisar los avances. No podían engañarlo. Unido a la construcción, se ocupaba en recolectar vestigios de nuestras culturas prehispánicas. Ya existían muchas piezas antes de 1986 que no se podían exhibir, pero con Don Agustín llegó a tenerse en bodega cerca de 20 mil piezas.
Nadie se imaginó que el gobernador tenía un plan maestro para coronar su gran museo, y su objetivo era
San Lorenzo Tenochtitlan . Un día, los pobladores del lugar primero oyeron que un avión sobrevolaba su poblado. Después identificaron que era un helicóptero que bajó en la zona arqueológica. Cuando se dieron cuenta, el gobernador de Veracruz llegó al pueblo.
Claro, de antemano hubo trabajo de convencimiento de políticos, antropólogos, etc. El diálogo fue cordial, pero lleno de recelos. El gobernador explicó que el pueblo de Veracruz tenía que conocer su cultura y que mejor que el nuevo museo en la capital del estado; a cambio les haría realidad su sueño imposible: el camino hacia Texistepec, les metería la luz, agua potable, el drenaje, créditos para la producción de cítricos, etc. En total serían 9 cabezas colosales. El pueblo aceptó el trato y Don Agustín les cumplió todo.
Todavía en 1986, antes de que se sacaran las cabezas o piezas arqueológicas que ya se podían ver por las excavaciones, Don Agustín llegó a San Lorenzo, se bajó de su helicóptero y lo primero que hizo fue cortar hojas de un naranjo para ponérselo a su sombrero y le mitigara el calor. Supervisó las obras en el lugar y el museo comunitario que se construía.
Ya sabe cómo somos: no conformes con todo lo que les daba, un grupo de católicos le pidió que les ayudara a terminar su iglesia, a lo que el mandatario aceptó acabar a nombre de su esposa, con eso de que los gobernantes son laicos.
Agustín Acosta Lagunes inauguró el nuevo museo y terminó su mandato. Se retiró a sus negocios. En el alemanismo, se le confirió el cargo del Presidente del Patronato del Museo de Antropología de Xalapa.
Este sábado 28 de octubre, a las 19 horas, en el museo que construyó en 1986, por fin se le hace un homenaje a
Don Agustín Acosta Lagunes en el marco de la "Cumbre Mundial de Expertos en Cultura Olmeca", por su aportación cultural en ese tema.
¿Cuándo se le va a reconocer que fue el constructor del Veracruz moderno? Comunicó al estado por medios de puentes; también con el estado de Tamaulipas y las márgenes del río Papaloapan. Los libramientos de Túxpam por Álamo. El de Veracruz, por Santa Fe-Paso del Toro. La hermosa entrada de El Lencero a Xalapa. Las avenidas Lázaro Cárdenas, Ruiz Cortínez, Murillo Vidal, etc.
Las grandes obras hidráulicas como la presa Yuribia, en el sur, son de su autoría, así como la introducción de agua y drenaje en cientos de poblados de Veracruz, etc. A Don Agustín se le puede criticar de muchas cosas, además de que su vida está llena de anécdotas, pero nadie le puede quitar que es el constructor del Veracruz moderno.
Sólo con sus obras que nadie ve, los drenajes, contribuyó como ningún gobernador a la salud de la población. Justicia en vida.
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26/10/06
Nota 48201