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Paul McCartney es una persona muy recta, pero bastante dificil.
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A+ A- Sir Paul McCartney es un pecador, porque sobrevivió a Lennon y fue y es el más exitoso producto del cuarteto de Liverpool. Con todo, tiene buena distancia de la detracción fácil que le circunda para no perdonar su fresez, la candidez de muchas de sus composiciones y lo punible de sus detractores feroces deriva en la medida de lo cursi. Es imperdonable su carrera de ensueño; sus canciones, sus discos, sus propuestas e innovaciones musicales y hasta estéticas considerando lo que aportó en la continua renovación de la imagen beatle y de diseño para las portadas del Sergeant Pepper’s
Lonely Hearts Club Band y Abbey Road , la factura de la gloria.
Pero más allá de las polémicas continuas y absurdas de entre si era el primer o segundo beatle (finalmente él y Lennon son irrepetibles, más si se les toma como dupla), Paul sigue siendo un compositor sólido, de sensibilidad y talento indiscutibles. El gusto es otra cosa, y entre búsquedas por sonoridades más ácidas o experimentales, Paul mantiene su sitio con sus mejores armas, depuradas con el tiempo y los golpes de la vida que le quitaron a Linda, pero también a John y a George, a quienes rinde homenaje en su gira mundial que ahora colará las entrañas del domo de cobre en suelo azteca.
Muchos seguidores hicieron bilis por sus colaboraciones ochenteras con Michael Jackson para "The girl is mine" y "Say, Say, Say". Luego Jackson puso más dinero en la mesa para agenciarse los derechos de la mayor parte del catálogo beatle y el que hizo bilis fue Paul.
Los 90 significaron el lanzamiento de la antología de The Beatles (tres álbumes dobles, un libro, y una serie de videos plagados de testimonios y muchos documentos visuales inéditos), así como del álbum doble con las grabaciones que el cuarteto hizo en presentaciones para la BBC de Londres (entre 1962 y 1965). Esto permitió el surgimiento de nuevos seguidores y por ende potenció la imagen de McCartney.
Su discografía en solitario está plagada de buenos y hasta grandes momentos. Para varios críticos, algunas piezas de su trabajo solista están a la altura o incluso superan lo que Paul logró con Los Beatles.
Particularmente relevante es lo conseguido en sus dos primeros álbumes: McCartney y Ram , sin perder de vista lo hecho con su banda Wings con Band on the run . En la misma línea han caído los elogios para Flaming Pie y Driving Rain , su última obra.
En éste último disco hace variadas incorporaciones electrónicas en algunos temas (jugando mucho con las texturas de los fondos), especialmente en "Tiny Bubble" y "She`s Given Up Talking", donde los tratamientos de la voz pasan por un interesante manejo de planos, mientras que en "From a Lover To A Friend", puede disfrutarse en pleno la calidez de su naturalidad canora. La riqueza musical del disco encuentra momentos álgidos con "I do", "Heather", "Rinding Into Jaipur" leído por algunos como un homenaje a George Harrison y "Rinse The Raindrops". Por su parte "Magic" es la pieza que Paul compuso en memoria de Linda, fallecida en 1998.
Sir Paul McCartney vuelve con una gira mundial tras una década en la que hizo apenas algunas presentaciones estelares, como la histórica vuelta para tocar en The Cavern, o su presentación en el Súper Bowl para interpretar "Freedom", tema que mantuvo en todos los eventos a favor de las víctimas del 11 de septiembre. Todo ello descartando apariciones especiales para entregas de premios o entrevistas por televisión.
McCartney, el mito viviente, sigue en la brega porque afortunadamente no tuvo a su
Mark David Chapman para instalarlo en la mitificación mortuoria que glorifica aquello de que "Sólo los buenos mueren jóvenes". Paul ya no es un jovencito, pero suena como tal, y así esperamos oírlo lo mismo para "Let it be", "The long and Winding Road", "Hey Jude" o "Yesterday", que para "Maybe I`m amazed", "Little Willow" o "Your Loving Flame".
02/11/02
Nota 4929