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UN SUEÑO EN NAVIDAD.
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A+ A- Por: Marco A. Rodríguez Acosta
Cuenta la leyenda que en Orizaba, vivía un español, del cual, el tamaño de su riqueza solo era comparable con el de su avaricia. Que la gente lo evitaba y el hacia lo mismo con la gente. Que vivía solo, sin familia ni amigos, ni mascotas ni recuerdos que lo acompañaran. Su único amor era el dinero y ninguna otra cosa le daba más satisfacción que guardarlo. Incluso, no vivía con lujos, ya que eso le ocasionaba que su "amor", disminuyera.
Un día, 24 de Diciembre, Noche de Navidad, en la puerta de su casa lo esperaba un niño para pedirle dinero, obvio que por su personalidad de avaro, se lo negó. A cambio de esto y a su sorpresa, el niño le deseó una "Feliz Navidad" y con una sonrisa, su fue. Ya en casa, sólo, el español de aproximadamente 80 años se dio cuenta que su riqueza no le daba la tranquilidad para vivir sus últimos días, que en realidad no tenía a nadie y en consecuencia, nada. La tristeza invadió su habitación y lloró.
Después de esa experiencia, se propuso cambiar el rumbo de su vida. Empezó a donar su fortuna a los pobres y a los necesitados. Empezó a caminar y recorrer pueblos para desprenderse del dinero que tanto había amado pero que ahora le pesaba tanto como una lápida. Tal fue su devoción por componer su vida, que su buena obra la concentró en los niños, posiblemente porque de la sonrisa de ese niño, al que le negó una caridad, deslumbró en él, el sentido de la vida, ese sentido que había olvidado hace muchos muchos años.
Cuenta la leyenda que: un 24 de Diciembre, llego un hombre con barba blanca vestido de Santa Claus a un pueblo de la región de Orizaba llamado San Pablo. El pueblo es muy humilde, con pocos habitantes y nunca en la vida de San Pablo alguien había llegado con tantos obsequios para regalar. Los niños del pueblo intercambiaron los regalos por un sin fin de sonrisas y alegría, el hombre de barba blanca se sentía tan feliz que incluso había olvidado que un tiempo atrás había sido un español rico, avaro y sin afectos.
Ese día, en la noche, después de haber entregado todos sus regalos, partió sin rumbo fijo, solo lo acompañaba la satisfacción de haberle cumplido a los niños de ese pueblo y la esperanza de que en el pueblo siguiente encontraría sonrisas que activar. Al otro día, en la mañana, un niño de San Pablo encontró al hombre de barba blanca, vestido de Santa Claus, tendido sin vida a un costado del camino, alarmado corrió a su casa y en el camino exclamó, con lágrimas en sus ojos, un grito de tristeza tan profundo como el oceano: "¡Se murió Santa Claus!". A partir de ese día, los niños de ese pueblo saben que en realidad los visitó Santa Claus, los mayores no quisieron desvanecer esa impresión y como el español no tenia a nadie quien lo reclamara sepultaron el cuerpo con una lápida que dice "Aquí descansa Santa Claus" con fecha del 24 de Diciembre de 1991. Al final, el español le dio rumbo a su vida.
Cuantos de nosotros vivimos en momentos tan agitados que no logramos detenernos a meditar sobre el verdadero sentido de la vida, para el español, el servir lo hizo a través de un personaje, para nosotros lo importante es lo que soñó y logró, el personaje solo es accesorio, lo importante es lo que hizo realidad. Él, como muchas personas más, ni la edad, ni la condición social, ni la orientación sexual, ni las creencias religiosas fueron limitantes o excluyentes para darle rumbo y sentido a su vida. La decisión es nuestra y de nadie más.
Como dice Calderón de la Barca: "toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". En nuestro sueño, que es en esta vida, cualquiera que sea el personaje, soñemos que le servimos a la humanidad y el mundo, soñemos que podemos vivir con unidad en la diversidad, soñemos que el Amor y la Paz son los sentimientos que nos guían, soñemos juntos, porque solo así construiremos la realidad. La realidad de nosotros, de nuestras familias, de los que vienen. Esta Navidad detengámonos a meditar sobre el rumbo de nuestras vidas. Nuestros sueños solo morirán al convertirse en realidad sin importar que personaje soñemos vivir.
Felices Fiestas!!!
Sugerencias y comentarios: marcorodriguez24@yahoo.com.mx
20/12/06
Nota 49544